Viernes 22 de agosto de 2014, p. 34
Santiago, 21 de agosto.
Miles de estudiantes chilenos se volcaron de nuevo a las calles de esta capital y otras ciudades en demanda de una reforma educativa, en una jornada que culminó con desórdenes aislados, lesionados y detenciones.
Los manifestantes –80 mil según el movimiento estudiantil, 25 mil de acuerdo con la policía– caminaron por la céntrica avenida Alameda de esta capital para exigir que las reformas sean más profundas y que el gobierno no ceda ante las presiones de los sectores interesados.
La marcha transcurrió en un ambiente festivo y pacífico, vigilada de cerca por un cinturón policial. Al finalizar, un centenar de encapuchados se enfrentaron a los uniformados y fueron repelidos con gas lacrimógeno y chorros de agua. Decenas fueron detenidos.
También se realizaron marchas en otras ciudades del país, sin mayor relevancia.
El movimiento estudiantil, que logró posicionar la educación en el debate nacional con masivas manifestaciones en 2011, teme que el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet pacte con sectores de la oposición para lograr un acuerdo más amplio que desemboque en una reforma menos profunda, tal como pasó con la reforma tributaria.