Tengo el instinto de lucha más desarrollado
Miércoles 20 de agosto de 2014, p. a15
Por un momento Jackie Nava sintió la tentación de abandonar el boxeo. La maternidad la retiró un par de años para dedicarse a su hija Frida, pero el hambre –ese impulso que mueve a los peleadores– pudo más y se sumó al deseo de demostrar la versatilidad de las mujeres y su capacidad de convertirse en madres y destacar profesionalmente.
No sabe bien qué ocurre, pero está segura de que hay algo indescriptible en ese proceso que impacta de manera afortunada al sexo femenino en este deporte.
La maternidad y la edad nos benefician, como que las mujeres agarramos fuerza en este deporte
, dice Nava, de 34 años de edad.
Muestra impaciencia por volver a destacar en este deporte. Apenas tuvo un combate exitoso en mayo pasado ante Alys Sánchez, en el que se mostró fuerte y poderosa como si nunca hubiera suspendido actividades.
El 6 de septiembre volverá a los encordados, en la Arena Ciudad de México, para disputar el título supergallo del Consejo Mundial de Boxeo, en manos de la jamaiquina Alicia Ashley, una peleadora que a sus 46 años ya es abuela.
Ese esfuerzo de parir es extremo. Creo que saca una fuerza de nosotras. Me siento más resistente y más rápida. Tener a alguien te motiva
, comparte la pugilista.
Mario Mendoza, su esposo y preparador expresó: Es como si ahora tuviera un instinto de lucha más desarrollado y eso la hace más peligrosa
Nava precisa que en el deporte la maternidad puede significar el final de una carrera. Aún no tengo en mente el retiro, pero tal vez no me queda mucho tiempo en el boxeo y aún quiero hacer grandes cosas y dejar huella
.