Lunes 18 de agosto de 2014, p. 29
Recife. Más de 160 mil personas, incluida la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, acompañaron ayer en la norteña ciudad de Recife el sepelio del candidato socialista a la presidencia, Eduardo Campos, quien murió en un accidente aéreo, antes de que iniciara oficialmente la campaña electoral. Rousseff, que aspira a un segundo mandato y lidera las encuestas, fue abucheada por la multitud. El cortejo estuvo presidido por su viuda, Renata Campos, sus hijos, y Marina Silva, candidata a la vicepresidencia, quien este miércoles podría asumir como sucesora en la campaña. ¡Eduardo, guerrero del pueblo!
, gritó la gente al paso del vehículo. Campos renunció a su cargo como gobernador de Pernambuco para concurrir a las presidenciales de octubre. La campaña electoral comienza el martes. Tercero en las intenciones de voto para las presidenciales del 5 de octubre, Campos, de 49 años, viajaba en un jet Cessna 560XL que se estrelló el miércoles en una zona residencial de Santos, ciudad del litoral del estado de Sao Paulo. El candidato socialdemócrata (PSDB, de la oposición) a la presidencia, Aecio Neves, también estuvo en el sepelio. Se espera que el miércoles el Partido Socialista Brasileño anuncie el nombre del nuevo candidato.