Bogotá, Colombia, 17 de agosto.

Bogotá ha sido, desde los años 50, una ciudad donde se escucha y se toca rock. Cuenta Bertha Quintero, aguerrida promotora cultural y una de las fundadoras del mítico festival Rock al Parque, que en la capital colombiana presentaron conciertos en vivo desde Bill Haley y sus Cometas; las emisoras locales programaban a Elvis Presley, Chuck Berry y Jerry Lee Lewis. También se proyectaron películas sobre este género, y en 1964 se grabaron los primeros discos de rock colombiano con los Daro Boys. 

Pero no fue hasta la década de los 70 cuando las primeras actividades de rock al aire libre surgieron en Colombia: el Festival de la Vida, en el Parque Nacional, y el Festival de Ancon, en Medellín. Son antecedentes de los conciertos masivos realizados en el país sudamericano. Años después llegarían figuras como Charly García, Enanitos Verdes y Los Prisioneros, como parte de los exponentes del llamado Rock en tu idioma. Poco a poco se construían los cimientos que durante la primera mitad de la década de los 90 darían vida al festival de rock más importante de Latinoamérica, que este fin de semana inició los festejos por sus primeros 20 años de vida.

Bogotá, cercada por el terror

Para 1992, Bogotá era una ciudad cercada por el miedo, derivado del narcotráfico y el terrorismo. El país estaba en guerra; ahora sigue en guerra, aunque un poco más disfrazada, pero en ese momento se asesinaba más de frente. Los jóvenes pedían a gritos un espacio donde poder manifestarse. La sociedad y los órganos gubernamentales los estigmatizaron; se les consideraba peligrosos y subversivos, sobre todo a los seguidores del rock, relató Bertha Quintero, en entrevista.

En 1991, el Instituto Distrital de Cultura y Turismo promovió acciones a fin de buscar un mayor reconocimiento de las artes en Bogotá y promover una participación de los muchachos en la oferta oficial. Dicho esfuerzo arrojó dos ediciones del Encuentro Música Joven Santa Fe de Bogotá, en 1992 y 1993, por donde desfilaron Andrea Echeverri (Aterciopelados) y Juanes con su grupo Ekhymosis.

Aquellos encuentros representaron las raíces de Rock al Parque, que este año convocó a 27 bandas internacionales y 31 grupos colombianos, de los cuales 27 son bogotanos, de acuerdo con el Instituto Distrital de las Artes, principal organizador.

El origen de Rock al Parque es increíble. Ha sido un proceso largo que ha tenido mucha gente en su contra, sobre todo porque es dinero del gobierno. Muchas personas piensan que no debería ser gratis y que esos fondos deberían ser invertidos en otras causas, pero para nosotros los colombianos Rock al Parque es símbolo de patrimonio nacional y nos sentimos orgullosos, cuenta Enrique Valderrama, vocalista de Head Crusher, la banda de metal más prometedora de la escena musical colombiana.

Además de los conciertos masivos, el festival hace talleres de educación para el público, gracias a un componente académico. Es una gran plataforma, única en Latinoamérica, porque a partir de ahí se puede crear y educar en la parte social, agregó el cantante, que junto a su grupo se presentó la noche del sábado ante unas 100 mil personas en el Parque Metropolitano Simón Bolívar. 

Horas antes, en La Media Torta –emblemático teatro al aire libre, cuya su historia ha estado ligada siempre con la realidad social colombiana– se presentó Rubén Albarrán, junto con su grupo Hoppo! Ahí, frente a unas 5 mil personas reunidas, el vocalista de Café Tacvba incluyó en su repertorio un cóver de Te recuerdo, Amanda, la canción que el legendario cantautor chileno Víctor Jara escribió en 1969 en homenaje a la mujer, especialmente a aquella casada con un obrero que enfrenta las injusticias laborales.

Durante su actuación, en el primer día de actividades de Rock al Parque, el roquero mexicano también pidió al público que hiciera una oración para que pronto llegue la lluvia a los 36 municipios de siete departamentos de la Costa Caribe que enfrentan una fuerte sequía, la cual afecta a 70 mil familias en riesgo de emergencia humanitaria.

Más tarde, por La Media Torta desfilaron otras propuestas alternativas latinas, como la sensación de la música chilena, Gepe, y la cantautora argentina Juana Molina.

Además de Soulfly, The Tryout, Pro-Pain y Carajo, otra de las participaciones más esperadas de ayer domingo, durante la segunda jornada musical del maratónico festival, fue La Pestilencia, mítica agrupación de punk colombiana que actuó por primera vez en Rock al Parque hace 20 años.

La tercera y última jornada de Rock al Parque la encabezan esta noche los Aterciopelados, Anthrax, Molotov, Doctor Krápula, Cultura Profética y De la Tierra.