César Rincón, sesgada defensa de los toros en Colombia
Inician las 27 Jornadas Nacionales de Cirugía Taurina
ue el sábado 3 de noviembre de 2007 en el patio de cuadrillas de la incomparable plaza Jorge El Ranchero Aguilar, en la ciudad de Tlaxcala, donde saludé al maestro colombiano César Rincón, ya con el capote de paseo liado, para decirle que era un orgullo del toreo, de Colombia y de la Latinoamérica taurina, y que ante su inminente despedida de los ruedos el 24 de febrero de 2008 tenía por delante un gran compromiso: estimular y promover la vocación taurina de la torería colombiana en particular y la de los países sudamericanos en general, pues los pueblos necesitan que los reflejen sus propios héroes, no sólo los importados. Sorprendido sonrió con gentileza para responder lacónico: veremos qué se puede hacer.
Transcurridos casi seis años y medio desde su apoteósico adiós a los ruedos en la plaza Santamaría de su natal Bogotá, y tras los desfiguros seudoideológicos del protagónico alcalde de la capital, Gustavo Petro, destituido el pasado mayo e inhabilitado por 15 años –medida impensable en el DF–, por asignar el servicio de limpia a empresas sin experiencia y de pasada cerrar la plaza Santamaría, César Rincón envió desde España una bien intencionada carta a sus paisanos aficionados taurinos.
Dice el maestro entre otras cosas: Siento mucho no estar con todos ustedes en el Foro Taurino, compartiendo inquietudes... que puedan aportar a que nuestro mundo del toro cada día sea mejor. Un mundo del toro que cabe recordar aporta multitud de puestos de trabajo, además de la cantidad de recursos que se recaudan en impuestos nacionales y distritales. Nuestra profesión (actividad taurina) está reconocida por la ley
...
“Queremos ser libres –agrega– y tenemos derecho a decidir y queremos asistir a los festejos taurinos que desde décadas vienen siendo habituales en nuestra plaza. No queremos sentirnos en ningún momento discriminados porque estamos en un país democrático. Ejercemos el derecho a expresar nuestra pasión (aficionados), a ejercer nuestras profesiones, (ganaderos, toreros, banderilleros, picadores mozos de espadas, torileros, alguaciles, entre otros). Tenemos el derecho a la libre difusión, a ejercer el fomento de nuestra fiesta brava. Derecho a decidir y a expresarnos, en definitiva el derecho a la libertad.
“Nuestro colectivo taurino –prosigue Rincón– es muy grande. Debemos hacer una reflexión sobre cuántos aficionados hay en Bogotá, Cali, Manizales, Bucaramanga, Medellín, Cartagena, y todos los pueblos y rincones de Colombia donde hay taurinos. Sé que somos muchos y a todos ellos queremos recurrir para que seamos capaces, unidos, de decir con fuerza: ‘somos taurinos. Queremos ser libres’.
“Mi gran deseo –concluye César– es que este mensaje pueda servir de aliento a todos esos muchachos que hoy están en la puertas de la plaza de toros de Santamaría protestando por la defensa de su trabajo y de la libertad. Y que en el mañana no muy lejano se cumplan sus deseos, sus sueños, aquellos que un día yo pude realizar al llegar a ser figura del toreo.”
De nueva cuenta prevalecen en esta misiva, no obstante el pedazo de torero que la firma, los criterios taurinos colonizados de la región –recaudación de impuestos, generación de empleos, fomento a la fiesta, libertad– reflejo de una mentalidad incapaz de apostar por la tauromaquia como expresión propia sino apenas como generoso escenario para el triunfo anual de figuras importadas. Para nada se alude a la ausencia de un estímulo serio a la torería local, a un mercado común taurino sudamericano y a la multiplicación de Cáceres, Joselillos y Rincones como compromiso, no por excepción, pues les sigue pareciendo inconcebible promover el surgimiento de figuras locales de nivel internacional en los respectivos países. Como nefasta solución prefieren suspirar por románticos
empresarios españoles como los Dominguín, Bienvenida, Chopera o Lozano. De no creerse esta falta de autoestima y de propuestas, en los toros y en lo demás.
Del jueves 21 al sábado 23 de agosto se llevarán a cabo las 27 Jornadas Nacionales de Cirugía Taurina en la ciudad de San Luis Potosí. Se trata de un nutrido programa que incluye conferencias magistrales a cargo de médicos cirujanos de distintas ciudades, plazas y universidades con temas de gran interés como Cinética y cinemática del trauma en el toreo, Forma del cuerno y tipo de cornada de acuerdo a la manipulación, Traumatismos en niños toreros, Problemática de las enfermerías en México, Manejo de trauma escrotal, Qué hacer y qué no hacer en trauma perineal, Manejo anestésico del paciente taurino, Trauma ocular irreversible, Lesiones de hombro, Manejo quirúrgico del matador Juan Luis Silis, Evaluación y manejo de cornadas abdominales, Biomecánica de la cornada, Control de daño de trauma taurino en cirugía urológica, Los otros toros de México, y muchas más.