Aunque su especialidad es el lanzamiento de jabalina, para el cubano Guillermo Martínez su carrera deportiva ha estado cargada de obstáculos, por lo que está determinado a que este ciclo olímpico, el de Río de Janeiro 2016, sea en el que se consagre con una medalla.

Con una plata en el Campeonato Mundial de Berlín (2009, con registro de de 86.41 metros), y un bronce en Daegu (2011, con 84.30), recuerda que las lesiones y la muerte de su padre le han impedido conquistar un metal olímpico, por lo que confía en que ahora nada lo detendrá para conquistar una presea.

La delegación caribeña visitó esta capital para participar en el Festival Deportivo Panamericano que comienza hoy, en el estadio Palillo Martínez de la Ciudad Deportiva, que en algunas pruebas dará boletos para la justa continental de Toronto 2015.

Martínez habla de que es fundamental trabajar con un buen entrenador para que te lleve a lograr una maestría en la práctica de tu especialidad, justo en lo que está trabajando.

Es de los pocos atletas que ha invadido un patio en el que triunfaban europeos y estima que no es fácil especializarse en este tipo de disciplinas, por lo que los cursos y prácticas que imparte la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) le ayudan a perfeccionar su estilo.

En su oportunidad, el entrenador de atletismo, Faustino Hernández, expone que “pese a participar Cuba con una delegación de esta disciplina joven, porque estamos en plena renovación, tengo la firme idea de que volveremos a estar en lo más alto de los Juegos Centroamericanos y del Caribe (Veracruz, del 14 al 30 noviembre).

Reconoce que para la justa continental de “Toronto se puede complicar un poco más la cosa, porque allí somos segundos –abajo de Estados Unidos–, y México y Colombia nos pueden arrebatar algunas medallas, pero no dudo que nos mantendremos, porque aunque algunos son muy jóvenes, tienen mucho trabajo atrás.