Washington, 4 de agosto.

Estados Unidos y sus aliados participan desde hace años en los ataques israelíes en la región de Medio Oriente, según investigaciones del periodista Glenn Greenwald que se publican hoy en el portal The Intercept, con base en filtraciones del ex contratista estadunidense de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Edward Snowden, refugiado en Rusia.

La NSA ha reforzado desde hace años el apoyo a su contraparte israelí SIGINT National Unit (ISNU) en la vigilancia e identificación de objetivos palestinos, entre otros, escribió Greenwald.

En muchos casos la NSA y el ISNU trabajaron con los servicios secretos británico (GCHQ) y canadiense (CSEC), indicó y citó al menos un caso de pago encubierto a agentes israelíes.

Aun cuando la información no se remite a los actuales ataques en la franja de Gaza, esto ilustra un hecho crucial: la agresión israelí sería imposible sin el constante y generoso apoyo, así como la protección, del gobierno de Estados Unidos, que es todo menos neutral, ni parte mediadora en estos ataques, concluyó Greenwald. Ni la NSA ni el GHCQ comentaron la información.

Greenwald criticó la cobertura mediática estadunidense de la ofensiva israelí en Gaza, al señalar que los medios actúan como si los ataques israelíes no tuvieran nada que ver con su país.

Estados Unidos apoya a Israel desde hace décadas con armas y formación militar. Lo que se desconocía hasta ahora es que Estados Unidos también participa directamente en los ataques.

La información de Greenwald plantea la cuestión de si esto se puede conjugar con el papel de Estados Unidos como medidador y promotor de la paz.

El portal Wikileaks informó que Israel manipula la economía de la franja de Gaza. La embajada estadunidense en Tel Aviv reportó a Washington que el gobierno israelí sigue la estrategia de mantener la economía en la franja en el nivel más bajo posible, aunque se intenta evitar una crisis humana.