Cuernavaca, Mor., 2 de agosto.

Los alfareros de Tlayacapan que trabajan el barro utilizan esmalte sin plomo en ollas, jarros y utensilios de cocina. Se distinguen con el sello de Barro Aprobado. Su objetivo es bajar los niveles de plomo en la sangre de los habitantes de Morelos y de quienes compren sus productos, sobre todo porque el exceso de este material provoca discapacidad intelectual en los niños.

Indicaron que trabajan en coordinación con el Instituto Nacional de Salud Pública y el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart), así como con autoridades sanitarias estatales y federales.

Alfareros dieron a conocer investigaciones con las que se están acercando a eliminar el plomo de la cerámica vidriada, lo cual es un avance. Autoridades de salud difundieron que la Organización Mundial de la Salud reportó que en el mundo mueren cada año cerca de 143 mil personas por intoxicación por plomo, y se estima que hay cerca de 600 mil niños con discapacidad intelectual.

La iniciativa artesanal cuenta con con el respaldo de los artesanos, la secretaria de Salud de Morelos, Vesta Richardson, y el director del Instituto Nacional de Salud Pública, Mauricio Hernández.

El proyecto artesanal surgió de las autoridades de Salud, así como del Fonart, porque, según estudios a escala nacional y estatal, los niños que comen alimentos cocinados en recipientes de barro con esmalte de plomo rebasan la media nacional de 10 microgramos por decilitro de plomo en la sangre.

En la exposición de este proyecto se mencionó que desde 1991 en México se han ido reduciendo las diferentes fuentes de exposición a este material, como gasolinas, pinturas y latas.

Sin embargo, persiste hasta hoy la ingestión de plomo por alimentos, agua o polvo.

De 60 familias de alfareros en Tlayacapan, según relató uno de ellos, Salomón Navarrete, cuatro ya trabajan con esmalte sin plomo, el cual se puede adquirir en la empresa de cerámica San José. Siguen mejorándolo, con apoyo del instituto de salud.

Con el proyecto Barro Aprobado, que están ya comprando los empresarios restauranteros de Morelos, según la investigadora María Téllez Rojo, directora de estadísticas del instituto de salud, se va prevenir que los niños sigan perdiendo coeficiente intelectual, y si este programa se adopta en todo el país, habrá menores con desarrollo pleno.

De seguir exponiéndose a los niños al consumo de plomo, ello repercutirá, en primera instancia, en su educación; asimismo, los hace más agresivos, aseguró la investigadora.