Ante la crisis migratoria, el gobernador de California, Edmund Brown, consideró que Estados Unidos debe dar prioridad a lo que sucede en Centroamérica y que la situación de los niños no acompañados debe resolverse en el marco humanitario.

Es claro que Estados Unidos debe poner más atención a Centroamérica y a México. Sabemos que cuando hay una preocupación cientos de miles de millones de dólares, incluso billones, se gastan lejos de Estados Unidos, y porque el desafío en Centroamérica es distinto al de Afganistán, Irak o Ucrania; sobre todo se afecta a seres humanos, señaló.

En conferencia de prensa conjunta con el arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, tras una reunión con jerarcas católicos de México, Estados Unidos y Centroamérica, Brown insistió en que su país debe mirar más allá de las fronteras para resolver el conflicto; destacó que este asunto no es un problema militar.

Antes, el presidente del Senado, Raúl Cervantes, planteó ante el político estadunidense y su comitiva la necesidad de que se respeten los derechos humanos de los niños que entraron solos a Estados Unidos, lo que provocó una rápida respuesta de los legisladores californianos, quienes demandaron corresponsabilidad.

Se debe dar un protocolo humanitario sobre el tratamiento a los menores, además de atacar las causas de fondo que provocan que los niños lleguen solos a Estados Unidos, recalcó Cervantes.

En tanto, la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, la panista Gabriela Cuevas, insistió en que se trata de una crisis bárbara, que requiere de un trabajo intenso entre México y Estados Unidos, ya que la cuarta parte de los 57 mil migrantes menores que pasan solos a territorio estadunidense son mexicanos.

El mandatario californiano consideró histórico que estuvieran reunidos ayer, y el senador demócrata Lou Correa, uno de los 15 legisladores que acompañaron al gobernador, respondió a Cervantes y a Cuevas que a ellos también les preocupa que en México se respeten los derechos humanos de medio millón de niños que tuvieron que salir de Estados Unidos porque sus padres fueron deportados a nuestro país, ya que su situación migratoria era ilegal.

Sin embargo, destacó, esos 500 mil niños son ciudadanos estadunidenses, y queremos que aquí se respeten sus derechos humanos, que se les dé la educación adecuada, para que cuando decidan regresar.

El asambleísta Chris Holden preguntó a su vez si el gobierno mexicano ha hablado ya con las autoridades de los países de Centroamérica acerca de los menores no acompañados. El también asambleísta demócrata Víctor Manuel Pérez aclaró que California no es Arizona ni Texas, sino un estado que siempre ha apreciado al migrante, y el senador Kevin de León remarcó que el papel de los legisladores de California es defender los derechos de los indocumentados.

Tras la reunión de Brown con jerarcas católicos, el arzobispo de Los Ángeles subrayó que ante la situación actual no podemos seguir esperando una reforma migratoria, a que no pasen niños, debemos actuar.