Editorial del New York Times llama a legalizarla a nivel federal
Martes 29 de julio de 2014, p. 25
Nueva York, 28 de julio.
Cuando una mayoría de la opinión pública lo apoya, cuando dos estados ya legalizaron su uso recreativo y unos 35 estados han tomado medidas para despenalizarla o legalizar su uso médico, cuando el presidente en turno reconoce que la gozó cuando joven, y cuando el principal periódico del país se proclama a favor de su plena legalización a nivel federal, todo indica que se vive el fin de la prohibición de la mariguana en Estados Unidos.
El New York Times proclamó en un editorial publicado el domingo que el gobierno federal debería derogar la prohibición de la mariguana
, más de 40 años después de que el Congreso la impuso y con ello infligió un gran daño a la sociedad al prohibir una sustancia mucho menos peligrosa que el alcohol
. Con ello, se volvió el primer periódico nacional en llamar a poner fin a la prohibición federal sobre la mariguana.
El Times afirmó que después de un intenso debate interno entre su junta editorial, concluyó que en torno a los efectos de salud, sociales y de seguridad pública de las leyes de mariguana, todo indica que la mejor opción es eliminar la prohibición. Detalla que los costos sociales de las leyes contra la mariguana son vastos, y mencionó que hubo 658 mil arrestos sólo por posesión de la yerba en 2012, con un impacto racista. En cuanto a salud, toda la evidencia es que la adicción y dependencia sobre mariguana son problemas relativamente menores en comparación con los del alcohol y el tabaco.
Señala que su decisión fue inspirada por un creciente movimiento entre los estados para reformar las leyes sobre mariguana, y destaca que casi tres cuartos de los estados del país están experimentando diversas maneras de abordar el uso y producción de mariguana, desde legalizar su consumo médico, la despenalización del uso personal, hasta la plena legalización.
La Drug Policy Alliance (DPA), una de las organizaciones claves en promover reformas a la guerra contra las drogas
a nivel estatal, nacional e internacional a lo largo de los últimos años, alabó hoy el editorial del Times. El director ejecutivo Ethan Nadelmann declaró que el editorial es “de consecuencia histórica… Que ellos escriban eso, en esta coyuntura, demuestra claridad intelectual y moral, así como valentía”.
Sin embargo, el Times y otros medios, en este caso, están llegando bastante tarde a compartir la posición mayoritaria del público sobre el tema. Como reportó La Jornada el año pasado, por primera vez en más de cuatro décadas de sondeos del Centro de Investigación Pew sobre el tema, en 2013 la mayoría (52 por ciento contra 45 por ciento) de los estadunidenses favorecía la legalización del uso personal de la mariguana. En una encuesta de Gallup, también de 2013, dicha tendencia fue confirmada, con 58 por ciento en favor de la legalización de la mariguana.
En abril de este año, ese apoyo creció y alcanzó 54 por ciento, registró Pew. No sólo eso: 75 por ciento del público (incluidos los que favorecen o se oponen al uso legalizado) cree que la venta y uso de mariguana llegará a ser legal a escala nacional.
El apoyo a esta posición marca un cambio dramático si se compara con la opinión prevalente a finales de los años 60, cuando, según Gallup, sólo 12 por ciento favorecía la legalización y 84 por ciento se oponía.
Más aún, en 2013, 48 por ciento de estadunidenses dijeron a los encuestadores de Pew que personalmente habían≠ probado la mariguana en algún momento.
Este giro en la opinión pública se ha expresado políticamente en reformas estatales, muchas de ellas impulsadas y aprobadas por referendo y peticiones promovidas por activistas y ciudadanos. Dos estados –Colorado y el estado de Washington– ahora son vanguardia en la legalización plena de la mariguana para uso personal recreativo por órdenes de sus ciudadanos.
Otros 23 estados y la propia capital del país han legalizado el uso médico de la mariguana y algunos más están despenalizando el uso personal. En total, unos 40 estados han modificado de alguna manera sus leyes antinarcóticos y muchos vigilan los experimentos en Colorado y Washington en particular, para evaluar si los resultados ameritan considerar reformas parecidas.
A la vez, muchas de las reformas a escala estatal están en conflicto con la ley federal, y por ahora el gobierno de Barack Obama ha decidido no enfrentarse con los gobiernos estatales, aunque analistas advierten que esto puede cambiar, dependiendo del próximo residente de la Casa Blanca.
Al tiempo, los cambios en la percepción pública ponen en tela de juicio la guerra contra las drogas
proclamada hace más de 40 años. Según la encuesta de Pew, dos tercios ahora favorecen abordar el problema del uso de drogas ilícitas, incluidas cocaína y heroína, con tratamiento y no con cárcel.
Con todo, esto no implica que se haya reducido la preocupación sobre el abuso de drogas ilícitas donde las mayorías creen que sigue siendo una crisis
(32 por ciento) o un problema serio
(55 por ciento).