Los daños a futuro serán gravísimos para el país, advierte economista José Luis Calva
Se abandona el proyecto nacional para pasar a una nacionalifobia reaccionaria, afirma
Martes 29 de julio de 2014, p. 21
La reforma energética impulsada por el gobierno federal evidencia una crisis moral del proyecto nacional. Con esta propuesta neoliberal aflora un quiebre de la autoestima del país, aseguró José Luis Calva Téllez, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
En entrevista, el doctor en economía por la máxima casa de estudios aseveró que con esta estrategia de entrega de los recursos naturales energéticos México pierde su proyecto nacional y pasa de aquel nacionalismo revolucionario a una nacionalifobia reaccionaria. Es una vuelta al pasado. Es un abandono de México de un proyecto propio y a la deriva del mercado global.
Calva Téllez, que fungió como coordinador del Departamento de Análisis Macroeconómicos Prospectivos y de Coyuntura del Instituto de Investigaciones Económicas, aseguró que la reforma energética va a tener repercusiones negativas en la economía mexicana, en el crecimiento futuro y en el bienestar de la población.
Afirmó que el problema no es una crisis económica ni energética, sino que es una crisis moral del proyecto nacional. Vaticinó que los daños a futuro serán gravísimos.
De acuerdo con el dictamen aprobado en las leyes energéticas se define la figura de servidumbre para las empresas extranjeras, un blindaje jurídico para eximir de responsabilidad a los funcionarios; absorción de un pasivo laboral, que significa aumentar la deuda pública, así como la eventual disminución de las participaciones a estados y municipios, entre otros efectos perniciosos.
A priori los augurios de la reforma petrolera no están resultando en nada bueno, señaló. Lo que ha ocurrido en 32 años de experimentación de reformas estructurales es que a posteriori el efecto ha sido mucho peor a lo esperado y ahí están las evidencias históricas, advirtió.
Ahora el discurso, dijo, es vamos a traer a la inversión extranjera porque no podemos
, lo cual es exactamente contrario a la estrategia de la Revolución Mexicana de sí podemos
.
Recordó que México no tenía industria prácticamente en muchas áreas y toda la estructura industrial se creó en los años posteriores a la nacionalización de la industria petrolera.
Se fundaron fábricas con los fierros viejos, porque había confianza en nosotros mismos. Pudimos manejar la industria petrolera, desarrollar la industrialización, el crecimiento económico que se convirtió en paradigmático, en ideal internacional y en la inspiración del estructuralismo latinoamericano
. Sin embargo ahora el discurso oficial es no se puede
y esto golpea la autoestima de los mexicanos.
José Luis Calva, quien en 2001 obtuvo el Premio Universidad Nacional en Investigación en ciencias económico-administrativas, mencionó que entre 1935 y 1982, antes del neoliberalismo, la industria crecía en promedio 7.2 por ciento anual, pero después de la imposición del modelo el crecimiento industrial el avance ha sido de apenas 2.7.
Estamos en una seria crisis del proyecto nacional, y la gran interrogante es si vamos a seguir a la deriva del mercado mundial o hemos de retomar nuestro destino en nuestras propias manos
, dijo.