Washington, 22 de julio.

Un total de 192 personas fueron detenidas el último mes en la frontera entre Texas y México acusadas de tráfico de personas, informó este martes el Departamento de Seguridad Nacional, en medio de la crisis humana derivada de la llegada de decenas de miles de menores no acompañados a Estados Unidos.

El secretario de Seguridad Interior, Jeh Johnson, se felicitó este martes por la reciente baja de las detenciones de niños –de 200 a 150 diarias–, pero subrayó que el fenómeno puede ser estacional. No cantamos victoria, dijo y reiteró que la mayoría de los niños no calificará para ningún tipo de medida humanitaria y serán expulsados.

Johnson anunció la captura en el último mes de 192 coyotes (traficantes de personas) y el decomiso de miles de dólares y armas en la zona fronteriza con México.

Los agentes estadunidenses confiscaron más de 625 mil dólares durante la Operación Coyote, que se realizó durante el mes pasado, dijeron funcionarios.

La operación, que sigue en pie, es parte de los esfuerzos del gobierno estadunidense para acabar con los traficantes, que pueden cobrar hasta 10 mil dólares por llevar a niños y adultos de zonas pobres de Centroamérica en el largo trayecto por México hacia Estados Unidos.

El operativo representa el más reciente esfuerzo del gobierno estadunidense por detener la ola de niños migrantes que llegan a la frontera sur, muchos procedentes de Centroamérica, en un intento por huir de la violencia en sus países.

El gobierno de Washington ha denunciado que los traficantes de inmigrantes abusan de políticas estadunidenses que de hecho permiten a los menores centroamericanos permanecer en el país indefinidamente una vez que llegan. Las autoridades han propuesto intensificar las penas y las multas para los coyotes.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas informó de la detención de 501 inmigrantes que se encontraban en el país sin autorización. Además, confiscó 228 cuentas bancarias presuntamente propiedad de coyotes.

El Valle del Río Grande, en el sur de Texas, es el punto de mayor tráfico de personas de la zona fronteriza. Los agentes han arrestado a más de 200 mil migrantes en esa zona desde el primero de octubre pasado, cuando comenzó el actual año fiscal.

La mayoría de los más de 57 mil niños migrantes sin acompañante detenidos en el lugar también han sido llevados a albergues en esa área.

Por lo pronto, el Centro de Investigación Pew señaló que los menores de 12 años son el grupo que más crece entre los menores que cruzan solos la frontera entre México y Estados Unidos, con un incremento de 117 por ciento con respecto del año fiscal anterior.

El número de detenciones de adolescentes con edades entre los 13 y 17 años se incrementó sólo 12 por ciento con respecto del mismo periodo del año anterior, indicó el Pew en un estudio.

De su lado, decenas de manifestantes pidieron detener las deportaciones de inmigrantes indocumentados al presidente Barack Obama. Las deportaciones lastiman a nuestras familias, separándolas injustamente y lastiman a nuestras comunidades, dijo el reverendo luterano Carmelo Santos, uno de los varios líderes religiosos presentes en la protesta efectuada frente a la Casa Blanca.

Un total de 122 niños migrantes que entraron a Estados Unidos de manera ilegal fueron enviados a Iowa en la primera mitad del año, afirmó el Departamento de Salud y Servicios Sociales; precisó que los infantes fueron llevados a sus familiares o a viviendas con adultos responsables.

Y el gobernador de California, Jerry Brown, firmó una ley que reducirá el número de deportaciones de residentes legales que son convictos por delitos menores. Según las leyes federales los delitos de felonía son castigados con 365 días de prisión o más, y en ese caso muchos de los residentes legales enfrentan en automático la deportación. Pero con la medida ratificada por el gobernador al reducir las sentencias al mínimo, muchos residentes legales ya no serán deportados por ese tipo de delitos.

En otro orden, senadores demócratas propusieron recortar mil millones de dólares al fondo de emergencia de 3 mil 700 millones de dólares solicitado por el presidente Barack Obama para enfrentar la crisis de los niños migrantes.