Ciudad Gaza, 20 de julio.

El barrio Shejaiya, situado al norte de esta ciudad, fue hoy, durante 14 horas, el blanco de un feroz ataque de las fuerzas armadas israelíes, las cuales arremetieron contra guerrilleros y civiles palestinos después de que 13 soldados de Israel cayeron en combate al inicio de la incursión armada de las tropas de Tel Aviv durante la madrugada de este domingo.

Miles de personas huyeron horrorizadas en medio de la oscuridad y durante las primeras horas de la mañana del domingo, asediadas por tanques, vehículos blindados y bombardeos aéreos, que provocaron la muerte de 65 personas, incluidos 17 niños, 14 mujeres y cuatro ancianos. Otras decenas de individuos fallecieron durante la jornada, elevando a 472 la cifra de fallecidos y a unos 3 mil la cantidad de heridos en 13 días de la operación Borde protector.

Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), calificó los hechos de este domingo de matanza de odio de las fuerzas armadas israelíes. Mushir Nasri, dirigente de Hamas en Gaza, dijo que las acciones de Israel fueron un acto de venganza cometido contra civiles.

Como es habitual en las operaciones israelíes, la ofensiva de este domingo comenzó poco después de la medianoche, con el servicio de electricidad y agua interrumpido en la mayor parte de la franja, que padece la cuarta ofensiva terrestre de Israel de los últimos ocho años, con el mismo objetivo declarado de destruir la infraestructura de Hamas.

Desde las 12:30 hasta las cuatro de la mañana, todo lo que se podía oír era el sonido del bombardeo, dijo un residente en Shejaiya. La acción militar israelí continuó hasta la tarde del domingo.

El bastión de Hamas

Mucha gente de Shejaiya, considerado por el ejército israelí bastión del movimiento de resistencia palestino Hamas, se vio forzada a salir de noche, sin zapatos, en pijama o con poca ropa. El bombardeo aéreo y los disparos de tanques impidieron a los servicios de emergencia ingresar al barrio durante la noche. Cuando los socorristas entraron por la mañana a Shejaiya, en las calles encontraron cadáveres, escombros y vehículos convertidos en chatarra. El acceso a los paramédicos fue posible gracias a una tregua de dos horas pactada entre palestinos e israelíes, que no fue respetada.

Las fuerzas armadas de Tel Aviv dijeron haber hallado la entrada de 10 túneles donde los guerrilleros de Hamas –la organización político-militar que asumió el poder en Gaza tras ganar las elecciones parlamentarias en 2006– guardaban materiales para fabricar cohetes artesanales y otras armas.

Antes del asalto abandonaron el norte de ciudad Gaza unas 130 mil personas, de acuerdo con organizaciones de derechos humanos palestinas. Unos 50 mil habitantes, atemorizados por los ataques israelíes iniciados el 8 de julio, se han refugiado en instalaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), según el organismo. La mayoría de las familias en Shejaiya rehusaron abandonar sus hogares, porque rechazan la acusación de Israel de ser colaboradores de los guerrilleros de Hamas.

Tras la acción castrense, el vocero de las fuerzas armadas israelíes, Peter Lerner, afirmó: Nos movilizamos para golpear a Hamas donde más le duele.

El portavoz ha insistido en que los más de mil 500 proyectiles disparados por los milicianos palestinos son una amenaza para Israel, a pesar de su escasa efectividad destructiva y corto alcance.

Los cohetes artesanales de Hamas apenas alcanzan la periferia sur de Tel Aviv, capital de Israel reconocida por la ONU, y el pueblo de Sderot, muy cerca de la frontera norte de la franja, habitada por un millón 800 mil palestinos que no pueden salir del territorio, salvo de manera clandestina y, ocasionalmente, con permisos especiales. Desde Shejaiya, según Lerner, fueron disparados 140 cohetes en los últimos 13 días.

El ejército reconoció la muerte de 13 soldados –dos estadunidenses entre ellos– durante la incursión nocturna en Shejaiya, pero negó la versión de los palestinos de que un uniformado fue tomado prisionero. Hamas, sin embargo, identificó al capturado como Shaul Aaron.

El Consejo de Seguridad de la ONU, a petición de Abbas, comenzó una reunión la noche de este domingo en Nueva York, pero diplomáticos consultados por la agencia francesa de noticias Afp manifestaron que el debate no desembocará en una toma de posición formal del órgano ejecutivo.