El filósofo José Luis Barrios cerró las actividades bianuales del CICA
Domingo 20 de julio de 2014, p. 4
Para el filósofo José Luis Barrios, la historia de la crítica en el país adolece de exceso de metaforización, esa crítica retórica nacionalista, y de lírica pequeña burguesa que reivindica la intimidad de la contemplación, como práctica del arte.
En el Museo de Arte Moderno, el también curador y crítico de arte impartió una conferencia magistral como parte de las actividades de clausura del primer Coloquio Iberoamericano de Crítica de Arte (CICA), que se realizará cada dos años en la ciudad de México.
En su ponencia Crítica de la crítica, Barrios leyó el texto Cuando la serpiente se muerde la cola, pues asegura que los críticos siempre terminan dando vueltas como trompos sobre el mismo eje.
El discurso del filósofo se enfocó en los estudios de crítica de arte y el relato sobre esta materia en términos de la relación entre el presente y la vida. Insistió en que es fundamental entender la relación entre tiempo y vida en la historia del siglo XX, particularmente porque el arte y la violencia plantean una problematización radical sobre los límites y desbordamientos de la crítica en la actual modernidad política, artística, cultural y social.
Invitó al público a reflexionar sobre las formas de entender la crítica de arte, las cuales habrá que repensarse desde la complejidad en crisis de la idea global del mundo
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Afirmó que es imposible pensar que la modernidad es un dato superado; ésta es la primera premisa. Segundo: en todo caso, la globalización es una forma de la modernidad, y tercero: el estatuto de la globalización hoy por hoy está en crisis
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El propósito de la ponencia fue pensar y analizar el discurso de la crítica, así como reflexionar sobre sus herramientas y hacer de ese análisis parte de la crítica misma.
Barrios planteó que la crítica es una tecnología material de discursividad y, por tanto, tiene un soporte en la propia condición material de la historia; es aquí donde se cruzan el tiempo y la vida. Posteriormente, se refirió a uno de los problemas más serios de la crítica: Confundir el carácter valorativo del juicio, con el carácter de verdadero o falso
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Respecto de cuándo es pertinente la crítica, el filósofo explicó que en principio tiene que ver con la capacidad de entender que toda base material de producción de discurso y experiencia sólo se explica por las tecnologías que la producen.
Consideró que cometen una ingenuidad en términos de las prácticas contemporáneas, aquellos que desconocen la equivalencia y correspondencia que existe entre crítica de arte, crítica de obras y crítica de procesos.
En la tercera jornada y clausura del CICA, el artista y escritor Eduardo Abaroa ofreció la conferencia Las pugnas giratorias de la crítica estallan en el vacío; posteriormente se realizó una mesa debate con la participación de los especialistas Mónica Mayer, Érik Castillo y Daniel Montero.
En el coloquio participaron especialistas en crítica de arte de España, Argentina, Colombia, Estados Unidos, Cuba y México, que con su trabajo ayudan a ver, pensar y comprender la creación artística.