Consejo Estatal de la Familia y dos madres solicitaron que fueran recuperados
Activista de Guadalajara refiere que los señalamientos de maltrato datan de hace 30 años
Sábado 19 de julio de 2014, p. 14
Guadalajara, Jal., 18 de julio.
Alrededor de 48 niños de Jalisco que se encontraban en el albergue La Gran Familia en Zamora, Michoacán, regresaron durante la noche de este viernes a la entidad.
De manera extraoficial, autoridades del DIF Jalisco informaron que los menores fueron trasladados a petición del Consejo Estatal de la Familia (CEF), formulada desde el miércoles pasado a la Procuraduría General de la República (PGR). Se espera que los menores sean trasladados a otros albergues de la entidad durante este sábado.
Horas antes, el DIF Jalisco había reconocido que por lo menos 10 niños de la entidad se encontraban en dicho albergue.
La titular de la dependencia, Consuelo del Rosario González Jiménez, informó en rueda de prensa que dos madres pidieron al DIF estatal que sus hijos fueran recuperados. Se trata de dos niñas en el primer caso y de tres niñas y un niño en el segundo.
Otros tres menores, originarios de Tonalá, también estaban en el albergue de Rosa Verduzco, conocida como mamá Rosa. Otro es un adolescente de 17 años, pupilo del Consejo Estatal de la Familia (CEF).
González Jiménez reconoció que consejos municipales y regionales de familia en Jalisco enviaron niños al albergue La Gran Familia, y sólo espera que los organismos remitan una relación de los menores que fueron llevados a Michoacán.
Hace 30 años exactamente, autoridades del DIF Jalisco expusieron a Rosa Verduzco los señalamientos de maltrato que algunos niños que se habían fugado de su albergue le atribuían; ella prácticamente se carcajeó de tales acusaciones, dice hoy Rogelio Padilla, presidente del Movimiento de Apoyo a Menores Abandonados (MAMA AC), quien estuvo presente en aquel encuentro.
Era 1984, Padilla llegó a Guadalajara a trabajar como educador con integrantes de la población callejera y escuchó relatos de niños que habían escapado de la casa de mamá Rosa. Le contó a Manuel Castellanos, director del sistema DIF Jalisco durante el sexenio del gobernador Enrique Álvarez del Castillo, sobre lo que había escuchado. El funcionario programó una visita con Rosa Verduzco, a la cual asistió Padilla.
Pedirían a mamá Rosa que les dejara ver todo el inmueble. Los menores habían advertido a Rogelio que sólo les iba a mostrar la sala de trofeos y la escuela. Dígale que les enseñe del cancel rojo para adentro
, le dijeron los muchachos al educador.
“Este funcionario del DIF le insistió para que le mostrara otras partes del albergue. Ella le respondió: ‘A ver, tú cuando invitas a alguien a tu casa, ¿dónde lo atiendes? Pues en la sala, ¿no? ¿O acaso los llevas a tu recámara? Pues sólo que seas puto, cabrón’ (...) Miguel Castellanos tenía claro que esa era la idea de la visita, de exponer nuestras preocupaciones con ella, pero ella se pitorreó de nosotros”, narró.
El presidente de MAMA AC, que trabaja con población en situación de calle en Jalisco, dice que las autoridades estatales de aquel tiempo actuaron de buena fe, pero evitaron un conflicto con el gobierno de otra entidad.
Los métodos que utilizaba son del siglo pasado. Es una mujer de más de 80 años, del siglo pasado. Los castigos corporales no se cuestionaban. No estoy justificando, sino dando un contexto. Desde muy joven también trabajó en cárceles mexicanas
, añade.
Padilla muestra dos caras de mamá Rosa. Resaltó que después de llevar a cabo una huelga de hambre, logró que los menores fueran amparados por el IMSS.
“Me impresiona sobre todo este nuevo michoacanazo, este montaje que se estuvo cocinando, planificado, que no fue improvisado. Hay dos cosas que se deben proteger en todo esto: una es la protección de los derechos de los seres humanos que vivían allí, especialmente los niños, y por otro lado, el fincar responsabilidades”, expresa.
Al preguntársele si los relatos dados a conocer en estos días tienen algo en común con los de 1984, responde que él tiene una imagen de ese año y que mamá Rosa no escuchó las voces a su alrededor. Ella hizo cosas chidas
, pero que al paso del tiempo seguramente perdió el camino.