La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) se quedó corta en la investigación y las 36 recomendaciones que hizo sobre el mercado financiero, porque actuó con mucha cautela y le dio miedo abordar el tema de las tasas de interés, de manera que se limitó a dar a conocer lo que todo mundo sabe: que la banca en México es más rentable que en otros países y se encuentra altamente concentrada, ya que cinco instituciones detentan 77 por ciento del ahorro y 74 por ciento de los créditos, acusó la Red de Usuarios de Servicios Financieros (Red Usfin).

“Lejos quedó la famosa frase del Pacto por México ‘más crédito y más barato’, y distante quedó la expectativa que generó el estudio mandatado a la Cofece en el artículo quinto transitorio de la reforma financiera para que el órgano regulador planteara lineamientos profundos sobre las condiciones de competencia del sistema financiero y sus mercados. Se decía que los bancos estaban temblando, pero en realidad no se inmutaron”, aseveró la Red Usfin, vinculada a El Barzón.

Es una investigación tibia, somera, que no pone el dedo en la llaga del sistema financiero, porque la Cofece no profundiza en la estructura y fallas ni emite recomendaciones que ataquen la falta de competencia que prevalece, aseveró Alejandro Carvajal, presidente de la Red Usfin, en conferencia de prensa.

Lo menos que se esperaba de la Cofece para el sistema financiero eran medidas similares a las que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) impuso a Telmex-Telcel y Televisa al declararlos preponderantes en los mercados de telecomunicaciones y radiodifusión, como obligarlos a compartir su infraestructura, dijo a su vez Alejandro Castillo, asesor financiero del comité ejecutivo de El Barzón. Si bien reconoció que los legisladores definieron que las recomendaciones del organismo antimonopolios no tendrían carácter vinculante, es decir obligatorio, la Cofece debió considerar que la situación del sector financiero es grave, como en telecomunicaciones, pero no se actuó con la misma lógica.

Resulta increíble, ponderó Carvajal, que el órgano regulador ni siquiera haya abordado el tema del crédito al sector rural, prácticamente inexistente para los bancos grandes, pero acaparado por unas cuantas microfinancieras y pequeños bancos como Coppel y Azteca, que cobran escandalosas tasas de interés que van desde 10 hasta 60 por ciento.

La comisión no emitió recomendación alguna para frenar la concentración en el mercado del crédito al consumo, donde la banca cobra las mayores tasas de interés, no establece por qué la banca prefiere este segmento y descuida otros. Tampoco advierte sobre el riesgo que significa para el país que los principales bancos sean extranjeros en términos de dependencia y fuga de capitales, ni del peligro de los instrumentos especulativos ni mucho menos plantea el desarrollo de otras opciones de financiamiento como la banca de desarrollo del primer piso para pequeños productores y pequeñas y medianas empresas rurales, o la brecha que existe entre los intereses que los bancos pagan a los ahorradores y las tasas que cobran en los créditos, detalló.