La compañía de danza clown Triciclo Rojo, cuyo trabajo se enfoca en recuperar la capacidad de asombro por las cosas sencillas, de mirar los pequeños detalles, estrenará la obra Vagabundo: ¿a dónde te llevará el viento?, que conjuga fantasía y poesía visual, el domingo 20 en el Lunario de la ciudad de México.

La propuesta narra la historia de tres vagabundos que buscan un espacio donde vivir hasta que llegan a un puerto que ha perdido su faro, esa inmensa luz que atrae a barcos y viajeros. Los valientes protagonistas deciden devolverle al lugar su luz y emprenden la búsqueda del faro.

Vagabundo... trata inicialmente de la fraternidad, donde Cazzo y Lazzo se dedican a investigar cómo arreglarán el faro, mientras que Pozzo, el tercer vagabundo, siempre descompone todo, pero conforme se adentran en la historia del puerto, por accidente un diente de león les permite descubrir cómo vivir juntos cual familia, y realizar algo en beneficio de los demás, explica Emiliano Cárdenas, bailarín, coreógrafo y director de Triciclo Rojo.

Los tres personajes errantes emprenden un viaje pleno de fantasía, valor, color y fraternidad que transformará el sentido de sus vidas. La fragilidad de la planta de un diente de león detonará imágenes poéticas y los universos fantásticos de ellos.

“Los personajes –relata Cárdenas– finalmente descubren que ese diente de león es el que da brillo al faro, el que produce esa luz. En la obra, queremos que la luz sea una metáfora de las ideas de los niños para que crean en ellos con toda su fe, que desarrollen ese imaginario porque pueden lograrlo y hacer algo muy personal y grandioso”.

Para este montaje, que se presenta en el contexto del décimo aniversario del Lunario, la compañía utiliza multimedia como la animación digital, además para esta pieza los integrantes retoman su formación de bailarines al usar un lenguaje coreográfico fresco, sin perder la lógica del clown que les permite acercarse al público infantil.

Vagabundo: ¿a dónde te llevará el viento? está llena de colores, de mundos, de diversos lugares que conocen los personajes que dan vida a esos ámbitos mágicos.

Fraternidad, una constante

Respecto del proceso creativo de la obra, Cárdenas puntualiza que en Triciclo Rojo valoran mucho las ideas de los niños al igual que la imaginación y la poética. Una parte esencial en sus creaciones es conocer, hurgar en los movimientos de los pequeños que asisten a sus funciones para tener mayor comunicación con ellos.

La corporalidad en el escenario es muy importante, porque un solo gesto se queda en la memoria; entonces, buscamos a los niños y vemos cómo se mueven. Nos interesa esa capacidad de descubrir el cuerpo y la gestualidad en los pequeños, añade el coreógrafo, quien realizó el guión de la obra en colaboración con el dramaturgo y clown francés François Durégne.

El tema de la fraternidad ha estado muy presente en los trabajos de Triciclo Rojos.

“Pensamos en la fraternidad con el espíritu de los niños –precisa Natalia Cárdenas–, porque ellos juegan, no juzgan; los niños quieren y los payasos también sienten y quieren de la misma forma que los pequeños. Los niños ven a un payaso y van y te abrazan.

En el escenario y en Triciclo Rojo existe la fraternidad porque hay muchos en este proyecto y todos respetamos lo que hacemos. Existe un gran cariño afuera, no sólo en el foro. Creemos en la felicidad y que cada uno es el detonador de aquélla aun en situaciones adversas. Siempre hay alguien en quien nos podemos apoyar.

La compañía, que inició su aventura clownesca en 2006, busca que los niños descubran los pequeños milagros que existen en la vida mediante la imaginación, y para que esto suceda, los bailarines usan la infalible nariz roja, que por arte de magia les dibuja una enorme sonrisa.

El grupo adelanta que presentarán su primer libro Guía de aplicación del taller: Con imaginación todo es posible, en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

Con música original de la banda mexico-estadunidense Mad Marionettes, Vagabundo... se presenta el 20 y 21, a las 12 horas, en el Lunario del Auditorio Nacional (Reforma 50, Bosque de Chapultepec).