Washington, 15 de julio.

El senador republicano John Cornyn y el congresista demócrata Henry Cuellar, ambos representantes del estado de Texas, adonde llega la mayoría de niños centroamericanos que cruzan sin documentos y sin compañía de adultos la frontera entre México y Estados Unidos, anunciaron este martes que presentarán un proyecto de ley para flexibilizar las condiciones de expulsión de menores.

Su propuesta, con la que pretenden se resuelva la crisis humana en la frontera ante la llegada, en ocho meses recientes, de 57 mil niños, enmendaría una ley de 2008 contra el tráfico humano, que otorga a los menores que llegan solos, provenientes de países no fronterizos con Estados Unidos, más protecciones jurídicas que a los que llegan de México o Canadá para determinar si son víctimas de tráfico. De ese modo, son alojados en albergues o enviados con un familiar, mientras la justicia determina su estatus migratorio, lo que puede tardar meses.

El proyecto parlamentario modificaría la ley para que los menores centroamericanos no se beneficien automáticamente de esa protección y queden en las mismas condiciones que los mexicanos, para otorgar a las autoridades fronterizas más flexibilidad para devolverlos a sus países de origen.

No obstante, los niños, la mayoría provenientes de El Salvador, Honduras y Guatemala, tendrán derecho de presentar una solicitud de asilo en los siete días siguientes a su detención, y se les dará una respuesta expedita de las cortes en menos de 72 horas.

“El número de niños que cruzan (la frontera) se ha multiplicado, principalmente debido a los cárteles” de traficantes, que se dieron cuenta de esta laguna en la ley, que permite que los niños sean dejados con familiares en Estados Unidos con una citación a un tribunal, dijo Cornyn al canal MSNBC.

No sorprende que la mayoría no se presente, así que en realidad eso funciona, añadió. No obstante, el congresista demócrata Luis Gutiérrez afirmó que se trata de una propuesta de deportaciones disfrazada.

Muchos menores que llegan a Texas han tenido que ser ubicados en albergues de otras ciudades del país mientras son reunificados con un familiar, pero no siempre son bien recibidos por los pobladores. En Oracle, pueblo ubicado a dos horas de Phoenix, Arizona, la gente tuvo posiciones encontradas ante las versiones de la llegada de 40 niños centroamericanos.

Un grupo de personas se manifestó en contra con pancartas con las leyendas: Vuelve a casa y Dejen de tirar a sus ilegales aquí. En tanto, a unos 5 kilómetros de distancia otro grupo más grande, con disfraces de ángeles, desplegaba letreros con mensajes de Bienvenidos, Somos familia y Haz que tu familia y Estados Unidos estén orgullosos.

Carl Shipman, director del centro educativo y terapéutico Sycamore Canyon Academy, dijo en un comunicado que se preparan para recibir a los menores a petición de los organismos gubernamentales.

Precisamente en el sur de Texas, el periodista filipino José Antonio Vargas, quien hizo público su estatus de indocumentado al ganar el premio Pulitzer de periodismo en 2008, fue detenido hoy por agentes fronterizos en un aeropuerto cuando intentaba abordar un avión en McAllen para dirigirse a Los Ángeles, California.

Vargas, quien es hoy un activista en defensa de los inmigrantes, estaba desde hace días en McAllen como parte de una vigilia para llamar la atención sobre la difícil situación de los niños migrantes sin acompañantes y las familias que ingresan a Estados Unidos sin autorización.

Horas más tarde, Vargas fue liberado, confirmó Omar Zamora, portavoz de la Guardia Fronteriza. Esta mañana, el activista escribió en su cuenta de Twitter: A punto de atravesar la seguridad en el aeropuerto McAllen. No sé qué va a suceder.

Impulsan campaña para frenar la migración en El Salvador

Mientras, en El Salvador, de donde proceden muchos de los niños que emigran a Estados Unidos, el canciller Hugo Martínez presentó una campaña de sensibilización acerca del riesgo de la migración irregular de menores y puso especial énfasis en los que viajan sin acompañamiento.

La primera fase tiene como propósito difundir el mensaje No pongas en riesgo sus vidas, que pretende advertir a los padres y responsables del cuidado de los niños de todos los peligros a los que son expuestos cuando los dejan en manos de traficantes de personas (coyotes), quienes priorizan el lucro de la actividad ilícita sobre el bienestar de la niñez.

La segunda fase se basa en la movilización social, con apoyo de los directores de escuelas de todo el país y de diversas iglesias, para llevar el mensaje a las comunidades de donde proviene la mayor cantidad de menores, con la advertencia de que están emprendiendo este peligroso viaje.

En tanto, 16 menores inmigrantes guatemaltecos, entre ellos cinco niñas, arribaron la noche del lunes a su país luego de ser deportados por autoridades mexicanas. Los menores fueron interceptados en su intento por llegar sin acompañantes adultos a Estados Unidos, informó Juan Solórzano, delegado de la Procuraduría General de Guatemala.