Admite François Hollande que la recuperación económica es frágil y vulnerable
Martes 15 de julio de 2014, p. 28
París, 14 de julio.
El presidente de Francia, François Hollande, negó cualquier injerencia en las investigaciones penales contra el ex mandatario Nicolas Sarkozy, quien está sujeto a pesquisas para determinar si es responsable en un caso de tráfico de influencias.
El Poder Judicial francés indaga desde marzo pasado la posibilidad de que Sarkozy haya intentado obtener informaciones secretas de otro caso en su contra, en manos del juez Gilbert Azibert, a cambio de un puesto de mayor prestigio.
Nadie puede intervenir en la justicia y menos aún desde la cúpula del Estado
, manifestó Hollande respecto del caso descubierto a raíz de la intervención judicial de un teléfono celular de Sarkozy, quien gobernó de 2007 a 2012. Eso es totalmente contrario a mi concepción de la democracia y también al espíritu de mi responsabilidad
, puntualizó.
Las declaraciones fueron hechas durante la tradicional entrevista televisiva al jefe de Estado con motivo del Día Nacional de Francia, que se conmemora en el aniversario de la Toma de la Bastilla de 1789.
Hollande, quien enfrenta serios problemas de popularidad desde que asumió su mandato, en mayo de 2012, prometió bajar los impuestos a cientos de miles de contribuyentes en 2015. Aseguró que la recuperación económica del país es una realidad, pero reconoció que es demasiado frágil, dubitativa y vulnerable
. El gobernante no ha podido revertir en dos años la tendencia al alza de la tasa de desempleo.
En la avenida Campos Elíseos de París, Hollande encabezó un desfile militar con motivo del centenario de la Primera Guerra Mundial, a la que acudieron representantes de 76 países que en 1914 se involucraron en el conflicto en alguno de sus bandos. Igualmente fueron representantes de antiguas colonias, como Túnez, Senegal y Marruecos, que aportaron unos 600 mil soldados para los combates.
En la conmemoración participaron unos 3 mil 700 soldados franceses, 50 aviones, 280 vehículos y 240 caballos y jinetes de la guardia nacional.
La policía detuvo a una decena de manifestantes que abuchearon a Hollande durante el desfile. Un grupo de personas silbaron y lanzaron gritos y proclamas contra el mandatario cuando saludaba a las tropas al comienzo de la ceremonia.