Europa lleva ventaja
ras dos brillantes Copas del Mundo, Holanda aparece como un campeón sin corona. La orange fue, junto con Alemania, el equipo europeo que mejor preparación física mostró y sin problema se aclimató al gigante Brasil y su amplia gama de climas. Es una pena que siga quedándose en la orilla, pero como dice el viejo refrán: Cuando vas bien, lo único que tienes que hacer es seguir caminando
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Las exitosas Holanda y Alemania se armaron con mayoría de jugadores de sus propias ligas. Los equipos del viejo continente disponen además de la Eurocopa, lo que les da la ventaja de disputar un torneo de alto nivel cada dos años: el Mundial y una Euro que a partir de 2016 aumentará a 24 participantes. En contraste, Brasil y Argentina –exportadores de futbolistas y las potencias de América– se atienen al talento de sus desperdigadas estrellas.
De los 23 seleccionados, Louis van Gaal tuvo a 10 en la Eredivisie. El caso alemán es todavía más ventajoso, pues la base del cuadro teutón, como se sabe, es el Bayern Munich, y la mayoría de los hombres de Löw juegan en la Bundesliga. Queda claro el porqué en la cancha salta a la vista ese conocimiento que deja el roce habitual.
Humillados por los rivales y ofendidos por su propio público se despidieron los brasileños de su Mundial. La Seleçao –en la peor versión de su historia– causó pena al verla recibir 10 goles en 180 minutos. Ni con Thiago Silva ni con Neymar en el banquillo (el amuleto de Felipao) hubo mejoría; otra vez la defensa se derrumbó y demostró que la grave derrota frente a Alemania no fue casualidad.
El futbol brasileño evidenció un trauma grave. En el torneo fue un equipo inseguro, asustado, disperso y errático. Sin la alegría que era su sello quedó convertido en una triste caricatura. El deporte nacional de la torcida está tocado hasta sus cimientos; viene la fase de autocrítica y habrá que limpiar los escombros para la nueva edificación.
Los técnicos cosechan lo sembrado. Van Gaal se fue con honores, el Manchester United lo espera ansioso. El vituperado Luiz Felipe Scolari habló inclusive de expatriarse al sentir el inmenso rechazo. Alejandro Sabella, de Argentina, anticipó su renuncia y espera que Messi y compañía lo despidan de la mejor forma, con el título. Löw, en el umbral de la gloria, está tranquilo con contrato hasta 2016.
