Jimena Segovia y Los Sabrosos presentarán hoy su concierto-espectáculo Cabaret blues, para ver y oír, con fusiones de blues, funk y soul, y plumas y lentejuelas, para que al salir el público se vaya erotizado, con ganas de alargar la noche y chocar y rozar sus cuerpos, porque sin sentimiento no hay nada, acotó la cantante en entrevista.

Es chilanga de coraza y la música la trae en la venas. Su padre es cantante, por lo que creció escuchando las rolas de James Brown, Lou Rawls y Aretha Franklin. Se dedicó a dar el rol durante varios años. De regreso al Distrito Federal tomó la decisión de entregarse de lleno al blues.

Hoy, desde las diez de la noche, presentará su Cabaret blues con las bailarinas Cynthia Híjar y Diana, quienes ha- cen burlesque, y los bailarines Mauricio Castaño y Rubén Sánchez que muestran sus dotes para el tap.

Música en el fondo y en la superficie

“En el fondo y en la superficie de todo existe la música blues, con arreglos de algunos boleros... es muy ecléctico en cuanto a la música. Combinamos muchos estilos y todos están mezclados de tal manera que los arreglos permiten dar una continuidad muy rica al show. Llevamos poco con este espectáculo, el cual ha crecido y gustado; muchos artistas están interesados en participar, porque esto, por lo menos en México, es difícil de ver, o no se ha visto.

“Escucharán rolitas de Coco Taylor y un sencillo que se llama Un sueño, producido por los miembros de mi banda y yo, que será parte de mi primera producción, que espero salga en agosto. También, piezas de otra chava fantástica de los años 70, Betty Davis, segunda esposa de Miles Davis, quien fue la Reina del Funk, el estandarte de esta música. Fue incluso malentendida porque era my rebelde y muy nueva para su época. Marcó una diferencia muy grande entre las cantantes de funk, sobre todo todo porque en esa época se oía más bien el soul. Dejó un estilo”.

A Jimena la acompañan Los Sabrosos, banda integrada por Víctor Gil, bajo; Bruno Juárez, guitarrista; Winston Marcos, batería; Alex Toledo, pianista.

Hace seis años, ella hacía sus pininos en el Centro Cultural José Martí, que cada sábado presenta bluseros de catego. “¡Es fantástico! Eso lo hace Eliú Quintero, que es quien organiza el Encuentro de Blues de la ciudad de México, que es básico para la escena. Se escucha ahí a los mejores músicos y nos conocemos. Somos como una familia. Las nuevas generaciones se han dado cuenta de que les gusta mucho el blues. Cada vez hay más grupos de chavos que le entran a esta escena. El blues del Martí tiene un sentido especial, porque es regresarlo a la calle, donde se originó. El blues se puede escuchar en el Centro de la ciudad. Es un blues muy honorable.

Conocer la historia

Por otra parte, no todos los que tocan blues lo hacen bien. Hay que conocer la estructura, estudiar y estar al tanto, y conocer la historia, para entender la primera música, a un lado del río, para sentirlo. Actualmente yo estoy en algo que mi baterista llama latin blues, que es una música con nuestro sabor. Es echarle el picante al blues, porque nuestro jícamo es diferente.

La cita es hoy viernes, a las 22 horas, en el blues club Ruta 61, sito en California 281, colonia Hipódromo Condesa. Reservaciones: 5211 7602.