El gobierno de México incumplió formalidades esenciales al no informar al consulado de Ecuador en México sobre la custodia de la niña ecuatoriana Jhoselin Noemí Álvarez Quillay, de 12 años, hasta que el cuerpo de la menor fue encontrado en el baño del albergue Villa Esperanza, perteneciente al DIF, en Ciudad Juárez, adonde había sido conducida por autoridades mexicanas.

“Se debió privilegiar el interés superior de la menor, conforme establece la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptando las medidas de protección y asistencia necesarias en las instancias de la toma de declaración, aseguramiento o evaluación sicológica”, denunció en conferencia de prensa la viceministra de Movilidad Humana de Ecuador, María Landazuri.

La funcionaria condenó además que no se haya informado al consulado –como está obligado a hacer cualquier país cuando detiene en su territorio a un extranjero–, y que cuatro meses después de la muerte de Jhoselin, ni los padres de la niña ni el gobierno de Ecuador sabemos la causa. No tenemos acceso a la autopsia ni a la investigación, dijo.

Acompañada por el embajador de Ecuador en México, Alfonso López, manifestó el interés de su gobierno en coadyuvar con las autoridades del país en las acciones encaminadas a determinar las responsabilidades de quienes incurrieron en omisiones de procedimiento.

Dijo saber de dos procesos de investigación abiertos en relación con este caso. Uno de la Fiscalía General de Chihuahua por los delitos de homicidio y corrupción de menores, por el que se ratificó el auto de formal prisión al pollero Domingo Fermán Uves, y otro iniciado por tráfico de indocumentados, del 8 de marzo de 2014.

Estamos interesados en el avance de una investigación exhaustiva sobre las causas y circunstancias de la muerte de Jhoselin, pues la lectura de los documentos a que hemos tenido acceso no permite comprender la real y concreta secuencia de los hechos, dijo.

Alfonso López subrayó que en el caso de los menores migrantes no acompañados de su país, los mueve la reunificación familiar, como era el caso de Jhoselin.