En lo que va de la actual administración, 183 migrantes menores de edad que viajaban solos en su intento por llegar a Estados Unidos han recibido protección del Estado mexicano, al comprobarse que estaban en situación de alta vulnerabilidad.

El porcentaje de menores protegidos en esta circunstancia es mínimo respecto del flujo de personas. Durante el lapso enero 2013-junio 2014 fueron presentados ante el Instituto Nacional de Migración (INM) 20 mil 895 menores, de los que habían sido repatriados (hasta el corte de mayo) 14 mil 804.

De los 183 a quienes se les permite vivir en México, 115 recibieron la condición de refugiado; uno obtuvo el beneficio por apatridia; 10 por protección complementaria; 23 por causas humanitarias, y el resto por ser ofendidos, víctimas o testigos de delito. La mayoría de los niños y jóvenes migrantes no acompañados proceden de Centroamérica, según un informe interno de la Secretaría de Gobernación (SG).

La dependencia también regularizó a mil 9 menores (de un grupo donde hay pequeños de 59 nacionalidades) por causa de unidad familiar, es decir, al acreditar que son hijos o tutela de mexicano o extranjero residente temporal o permanente.

La Jornada consultó al respecto a María Fernanda García Villalobos, directora general de Regulación del INM.

Este año hemos tenido un incremento de 23 por ciento de menores no acompañados que ingresan al país. La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados hace estudios exhaustivos de cada caso; en algunas situaciones se trata de pequeños que han sido maltratados en su entorno familiar o fueron víctimas de algún delito y su vida peligra, dijo.

Comentó que el gobierno federal alista además un nuevo plan para ampliar las alternativas de regulación para los extranjeros que viven en México y se les venció su permiso de estancia, pero buscan una vía de actualización.

Si cumplen con los requisitos, al momento de presentarse en el INM se les brindaría apoyo, es decir, no serían asegurados y/o devueltos a sus países. El programa estaría listo antes de que concluya 2014. En las campañas de años anteriores se regularizaron cerca de 30 mil personas y con el próximo se ordenaría a 60 mil extranjeros que desean seguir en México.

También espera un aumento significativo de guatemaltecos y beliceños beneficiarios de tarjetas de visitante regional o trabajador fronterizo, un mecanismo vigente desde 2007 pero ahora modificado, según el programa para la frontera sur anunciado el lunes.

El año pasado, el INM expidió 48 mil tarjetas de visitante; en este año (enero-junio) ya se han dado casi 50 mil tarjetas. La mayoría de los trámites (44 mil) son de guatemaltecos.

En cuanto a las tarjetas de trabajo, durante los primeros meses de 2014 hay una baja de 19.5 por ciento respecto a las expedidas en el mismo periodo del año anterior, porque hubo menos solicitudes.

El plan para el sur tiene cinco líneas de acción; la primera se refiere al paso formal y ordenado.

García Villalobos precisó que la tarjeta de visitante ahora es gratuita (antes tenía un costo de 295 pesos) y su duración es de cinco años, con una estancia hasta de 72 horas en cualquiera de los cuatro estados sureños: Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo. Se harán cambios para que la estancia pase de tres a 10 días y que puedan transitar por cualquier municipio de estas entidades.

En tanto, la tarjeta de trabajador permite a los ciudadanos laborar en cualquiera de los estados fronterizos; la duración es de un año, con entradas y salidas múltiples.

Los extranjeros que traspasen las condiciones –en los estados sureños definidos– serán repatriados.