La obra fue emplazada en esa vialidad y el cruce con la calle Iturbide en el Centro
Se trata de un libro abierto creado por el artista Juan Manuel de la Rosa
Mi padre llama a uno de sus versos la patria perdida
ante la voracidad del capitalismo, dice David Huerta
Jueves 10 de julio de 2014, p. 9
La voz y la palabra de Efraín Huerta (1914-1982) quedó grabada en una pieza de mármol emplazada en avenida Juárez y la calle Iturbide, a unos metros del Paseo de la Reforma, en el Centro Histórico.
Ayer por la mañana, la pieza fue develada como un homenaje a la trayectoria de Huerta y como parte de la conmemoración por el centenario del poeta, quien vivió, amó y escribió con intensidad sobre la ciudad de México.
Creada por el escultor zacatecano Juan Manuel de la Rosa, la pieza nada tiene que ver con la convencional escultura cívica en bronce. Se trata de un libro abierto colocado sobre un atril, de un metro de altura, 90 centímetros de ancho y 50 centímetros de fondo, en el que se grabaron las primeras seis líneas del poema Avenida Juárez:
Uno pierde los días, la fuerza y el amor a la patria,/ el cálido amor a la mujer cálidamente amada,/ la voluntad de vivir, el sueño y el derecho a la ternura;/ uno va por ahí, antorcha, paz, luminoso deseo,/ deseos ocultos, lleno de locura y descubrimientos,/ y uno no sabe nada, porque está dicho que uno no debe saber nada...
Durante el acto estuvieron presentes tres de los hijos del reconocido poeta, Andrea, Raquel y David Huerta; Eduardo Vázquez Martín, titular de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, y Stasia de la Garza, directora de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, entre otros funcionarios.
El también poeta David Huerta agradeció a las autoridades culturales el reconocimiento a su padre y leyó completo el poema Avenida Juárez, el cual se incluyó en el libro Estrella en alto, publicado originalmente en 1956.
La primera vez que se publicó, recordó David, apareció en las planas de un suplemento literario y cultural, dirigido por Fernando Benítez. Ocurrió que el poema apareció sin el crédito correspondiente, pero impresionó de tal manera a sus lectores que muchos se lo atribuyeron al gran poeta estadunidense Hart Crane
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Admiró la cultura viva de EU
Avenida Juárez es un poema sobre esa conocida y transitada calle en el centro de la ciudad de México, abundó David Huerta. También es un poema de lo que Efraín llama en uno de sus versos: la patria perdida, ante el poder imperial, ante el poder de los voraces capitalistas, representados en el texto por algunos especímenes de la fauna turística que viene del norte. Aparte de señalar ese antimperialismo, a Efraín también le interesa resaltar que fue un gran admirador de la cultura viva de Estados Unidos, como se aprecia en el mismo poema, en las referencias a (Abraham) Lincoln y a Walt Whitman, entre otros
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La pieza en mármol en homenaje a Efraín Huerta, conocido también como El Gran Cocodrilo, permitirá recordar al poeta que amó, denunció, caminó y le cantó apasionadamente a la ciudad de México. Quienes caminen por avenida Juárez se podrán encontrar con algunos de sus versos, dijo en su momento Eduardo Vázquez Martín.