La Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana advirtió que prevalecen niveles inaceptables de deterioro en la ingeniería, por la descapitalización en el sector y la escasez de empleos.

Durante el foro de Infraestructura organizado en San Lázaro, el presidente de la federación, Alfonso González Fernández, expuso que gran parte del deterioro en la ingeniería mexicana ocurre porque los proyectos y obras que generan gobiernos estatales y el federal están dirigidos o financiados por empresas extranjeras o consorcios disfrazados que no engañan a nadie, bajo dos premisas absolutamente cuestionables: la capacidad técnica superior y su amplia solvencia económica.

Tal situación, destacó González Hernández, ha debilitado el potencial de la ingeniería mexicana, ampliamente probada durante décadas en áreas como la hidráulica, almacenamiento, abastecimiento, irrigación y aeropuertos y autopistas.

El reclamo del titular de la federación se sustentó en la desaparición de empresas del ramo en el ámbito de la planeación, construcción, estudios, proyectos, supervisión y mantenimiento de obras por falta de ocupación.

Las que enumero son muy reducidas; han logrado subsistir pero son avasalladas a tal grado en la condición de subcontratistas mal remuneradas. ¿Qué más deben enfrentar estas empresas? ¿Hasta cuándo los legisladores van a trabajar en la instrumentación y aplicación de políticas que permitan no sólo proteger a la ingeniería mexicana, sino impulsarla.

En su turno, Arnoldo Ochoa, diputado del PRI y presidente de la Comisión Especial de Puertos y Marina Mercante, refirió que sólo 30 por ciento de las exportaciones e importaciones del país se mueven por sus puertos, por lo que es necesario modernizar, en el Pacífico, el de Lázaro Cárdenas y Mazanillo, y en el Golfo de México, Veracruz y Altamira.

Para el director de análisis económico y financiero de la Coordinación de Puertos y Marina Mercante de la SCT, Manuel Arce Rodea, el objetivo principal en ese sector es mover 500 mil millones de toneladas de carga para 2018, lo que significará incrementar la capacidad de movilidad al doble en un periodo de tan sólo cuatro años.