Río de Janeiro, 4 de julio.

Mientras la FIFA aseguró que castigará a todos los que hayan participado en el que podría ser el mayor escándalo de reventa de entradas mundialistas desde Alemania 2006, sin importar su origen o su posición, Humberto Grondona, hijo del vicepresidente del máximo organismo y titular de la Asociación de Futbol Argentino (AFA), rechazó estar vinculado con esa red.

La FIFA, por conducto de su vocera Delia Fischer, afirmó que cualquier violación de las reglas será sancionada. Las investigaciones apuntan a un integrante del ente rector bajo sospecha de integrar una red internacional, dijo a su vez el comisario de la Policía Civil de Río de Janeiro, Fabio Barucke.

Tras las 11 personas arrestadas (un argelino y 10 brasileños) el miércoles, otras siete fueron detenidas, entre ellas aparentemente un dirigente de la FIFA, aseguró la Agencia Brasil.

La FIFA evitó dar más detalles de nombres y procesos, aunque el primero que levantó la voz fue Humberto Grondona negando cualquier vínculo con ese escándalo. No sé de dónde aparecen las entradas. No me pueden manchar por 220 dólares, ¿a vos te parece que voy a hacer esa estupidez?, dijo indignado el director técnico de la albiceleste Sub-17.

El hijo de Julio Grondona salió al paso de denuncias de que ilegalmente vendió una entrada de la Copa del Mundo para quedarse con las ganancias.

Entrevistado por el canal de televisión argentino TyC, Humberto Grondona reconoció que le entregó a un amigo un boleto, con precio de 220 dólares, para el partido Argentina-Suiza del pasado martes en Sao Paulo.

Una foto de la entrada, impresa con el nombre Humberto Mario Grondona, fue subida a la cuenta de Twitter del periodista argentino Andrés Burgos.

Éste escribió en la red social que una amiga compró la entrada para ese partido al doble del precio original.

Cuando el presentador de televisión le preguntó sobre si su amigo habría vendido la entrada, Grondona replicó: “Yo estoy convencidísimo que ese amigo no va a hacer eso. Me resulta muy raro que aparezca esa entrada ahí.

Yo soy instructor de la FIFA y me corresponden cuatro entradas para el primer partido, cuatro para el segundo, cuatro para el tercero, cuatro para octavos, cuatro para cuartos, dos para una semifinal, dos para la otra semifinal y dos para la final y las compré a nueve mil y pico de dólares, detalló.

Indicó que vendió unos boletos a un amigo que es muy conocido en Argentina, que quería venir y le vendí algunas entradas. Él a su vez se las dio a otro amigo. ¿Qué hicieron con ellas?, yo no sé, se justificó.

Jack Warner e Ismael Bhamjee, miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA, protagonizaron un escándalo de reventa de boletos en Alemania 2006.