La bailarina y coreógrafa Aurora Agüeria (1935-2014), quien falleció el pasado 27 de junio, fue una apasionada, ágil, graciosa, intensa y elástica intérprete que dominó todos los géneros dancísticos.

Conocida en el gremio como La Güera, fue una guerrera en el escenario por la energía que desbordaba en cada uno de sus movimientos. Toda su fuerza se vio en las diversas obras que interpretó. Cautivaba al espectador con su presencia escénica, con su sonrisa y su silueta que parecía flotar en el foro.

Aurora Agüeria fue bailarina por naturaleza, se formó con Magda Montoya y debutó con el Ballet de la Universidad (1952). Bailó por todo el país con el Ballet de Bellas Artes, a cargo de Ana Mérida; también fundó el Ballet México Contemporáneo, en 1963, donde tres años después creó su primera obra, Presencias.

Debido a su gran talento, se incorporó en 1968 al Ballet Folklórico de México, que dirigía Amalia Hernández; posteriormente actuó en el Ballet de los Cinco Continentes, en obras como Revelations, de Alvin Ailey. En 1969 trabajó como coreógrafa del grupo Ritmos de Panamá de ese país y de regreso a México ingresó como bailarina y coreógrafa al Taller Coreográfico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dirigido por Gloria Contreras, y en 1980 fundó –junto con Cora Flores y Cristina Gallegos– el grupo Danza Libre Universitaria.

Labor docente

Perdimos a una mujer muy valiosa dentro del ámbito de la danza. Aurora disfrutaba inmensamente estar en el escenario; pertenecemos a una generación de bailarines muy necios que no nos queríamos ir de la danza. Ella se desempeñó como intérprete en diferentes compañías y también impartió clases en algunas preparatorias de la UNAM, indicó Cora Flores.

Al evocar a la amiga y compañera, Flores agregó que una de las cualidades de La Güera era su presencia en el escenario: Tenía mucha fuerza escénica, una gran personalidad. Por eso toda su vida se dedicó a la danza.

Aurora Agüeria, La Güera, durante una de sus interpretacionesFoto cortesía del Centro Nacional de
Investigación, Documentación e Información
de la Danza

Para el investigador de danza, César Delgado, Agüeria, quien también formó parte de las compañías Contempodanza y Momentos Corpóreos en los años 90 del siglo pasado, fue una mujer apasionada de la danza.

“En el mundo de la danza –prosiguió Delgado– La Güera destaca por dos cuestiones: es la bailarina mexicana que más años ha permanecido en el foro. Bailó hasta sus 70 años, prácticamente rompió récord, y esto es muy importante en su trayectoria.

“El otro aspecto a resaltar es su trabajo docente en la Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM, pues impartió clases durante 40 años e hizo alrededor de 15 coreografías. Recuerdo de manera especial, La noche de los lápices, de finales de los años 80.”

Delgado indicó que Agüeria fue una mujer brillante, no sólo como bailarina, maestra y coreógrafa, sino también por esa pasión que sentía por la danza, que la llevó por diversos géneros y escenarios del país. En el escenario mostraba una vitalidad y energía tremendas, el día que ya no pudo ofrecer eso, ella tenía planeado vivir a Chile, pero la operaron de la vista y ya no se pudo ir.

La directora de la compañía de danza Tándem, Leticia Alvarado, explicó que La Güera fue una bailarina entrañable y de una gran calidad humana. Ella me dio el mejor de los consejos en mi carrera artística y la vamos a extrañar mucho.

Aurora Agüeria fue galardonada con el premio Una vida en la danza del INBA en 1991, y en el Festival Internacional de Danza de San Luis Potosí recibió un reconocimiento por su trayectoria artística. Interpretó las obras de los coreógrafos Josefina Lavalle, Anna Sokolow, Rosa Reyna, José Limón, Farnesio de Bernal, Waldeen, Cora Flores y Cristina Gallegos, entre otros.