Frente a la ola ultraconservadora que ha venido impulsando en los últimos dos años una serie de políticas públicas que atentan contra los derechos de las mujeres y de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero, Transexual, Travesti e Intersexual (LGBTTTI), es necesario fortalecer el trabajo académico a fin de generar una agenda de investigación para el movimiento de la diversidad sexual.

En ello coincidieron expertas de varias instituciones de educación superior que participaron en el Conversatorio académico para discutir este tema convocado por el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG)) y el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la Universidad Nacional Autónoma de México, que se efectuó la tarde y noche del miércoles.

A este foro se sumaron especialistas en feminismo y perspectiva de género de esta casa de estudios, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), del Instituto Tecnológico Autónomo de México, del Centro de Investigación y Docencia Económicas, entre otras, quienes discutieron sobre políticas como la creación de la Comisión de la Familia del Senado, la aprobación de leyes que protegen la vida desde el momento de la concepción en 18 entidades del país, entre otras estrategias de la ultraderecha que vulneran los derechos humanos.

Llamaron a los representantes populares a dejar de legislar desde la falacia, la ignorancia y los prejuicios, y anteponer la defensa de los derechos humanos, en particular de las mujeres, al elaborar políticas públicas.

Ana Amuchástegui, de la UAM-Xochimilco, indicó que estrategias como la despenalización del aborto en el Distrito Federal antes de las primeras 12 semanas de gestación representó que las mujeres dejaran de ser infractoras para ser ciudadanas. Esta política ha tenido peso en que ellas puedan elegir sobre su propio cuerpo.

La directora del PUEG, Ana Buquet, manifestó su preocupación por lo que llamó la institucionalización del género, pues este discurso se ha vuelto una moneda de intercambio para conseguir puestos y recursos, sobre todo en las instancias creadas por el Estado para la defensa de los derechos de mujeres y la comunidad LGBTTTI. Consideró que muchas mujeres que están en esos puestos no tienen la visión de género para abonar en favor de este sector.