En México funcionan más de 2 mil centros de tipo residencial para la atención de adicciones, de los cuales sólo 18 por ciento cuentan con las competencias necesarias para la rehabilitación de adictos, y hay al menos 90 que carecen de las condiciones sanitarias para el internamiento y violan los derechos humanos de los pacientes, reveló Fernando Cano Valle, titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones.

Señaló que el trabajo contra las adicciones debe responder a criterios de transparencia y verificación. Las actitudes irregulares no son permisibles, dijo en referencia a la colaboración con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios para visitar los centros de atención que fueron reportados en 22 estados.

El funcionario encabezó ayer la ceremonia para la presentación del Estándar Mexicano de Competencias de la Consejería en Adicciones, el cual establece los lineamientos que deben cumplir las personas que ayudan a los adictos.

El documento forma parte de la estrategia para fortalecer la calidad en la prestación de servicios, que en este ámbito proviene en su mayoría del sector privado. Raúl Martín del Campo, director del Centro Nacional contra las Adicciones comentó que en los últimos años ha aumentado la oferta de este tipo de atención.

Aún es baja la proporción de adictos (6.8 por ciento) que acuden en busca de algún tratamiento para dejar de consumir sustancias, y si bien los centros que ofrecen el internamiento de funcionan con la mejor voluntad de sus dirigentes, muchos de ellos porque también fueron consumidores de drogas, se requiere mejorar la calidad de sus servicios, comentó.