San Diego, 2 de julio.

Autobuses del gobierno federal que transportaban a niños y a familias inmigrantes fueron desviados a una instalación aduanera en San Diego después de que un grupo de manifestantes que portaban banderas de Estados Unidos y pancartas con frases como Freno a la inmigración ilegal y Fuera ilegales impidió que el transporte llegara a un centro de procesamiento suburbano.

Unos 140 menores indocumentados a quienes se impidió ser trasladados a la localidad californiana de Murrieta fueron enviados a distintas estaciones de la Patrulla Fronteriza en San Diego.

La víspera, el alcalde de Murrieta, Alan Long, instó a los residentes a quejarse ante sus representantes políticos sobre el plan de transferir a los migrantes centroamericanos a California a fin de aliviar el hacinamiento en las instalaciones de la frontera Texas-México.

Long dijo que la policía municipal está lista para enfrentar cualquier problema de seguridad, aunque reconoció que los inmigrantes no serán puestos en libertad a nivel local y carecen de antecedentes penales.

Los autobuses del Departamento de Seguridad Nacional que transportaban a 136 migrantes tuvieron que desviarse después de que los manifestantes les impidieron la entrada a una instalación de la Patrulla Fronteriza.

Se espera que otro vuelo llegue en las próximas horas con 140 migrantes a unas instalaciones en El Centro, California, dijo Lombardo Amaya, dirigente sindical de la Patrulla Fronteriza. El gobierno federal también está enviando por avión a inmigrantes a las ciudades fronterizas texanas de Laredo y El Paso, así como a Arizona, para ser procesados.

En Nuevo México, residentes de Artesia abarrotaron una reunión pública para manifestar su indignación por la apertura de un centro de detención temporal para unas 700 mujeres y niños centroamericanos que, según se sospecha, ingresaron sin autorización a Estados Unidos.

Actualmente, en el Centro de Entrenamiento Federal hay al menos 200 personas.

Ap, Afp, Dpa y Notimex

Guatemala, 2 de junlio.

La deportación de guatemaltecos desde Estados Unidos aumentó 11 por ciento durante el primer semestre de 2014 en comparación con el mismo lapso del año anterior, en medio de una crisis por la migración de miles de menores a ese país, informó hoy el portavoz de la Dirección General de Migración de Guatemala, Fernando Lucero.

De enero a junio de 2014, las autoridades estadunidenses deportaron a 28 mil 21 guatemaltecos, de los cuales 24 mil 491 son hombres, 3 mil 454 mujeres y 76 son niños. En el mismo periodo de 2013, las deportaciones ascendieron a 25 mil 167 personas, de las cuales 313 eran menores de edad, en tanto que en 2012, los infantes repatriados llegaron a 586, precisó.

De acuerdo con estimaciones del presidente Otto Pérez, unos mil 500 niños guatemaltecos se encuentran en albergues en Estados Unidos tras una oleada migratoria de menores centroamericanos sin acompañante adulto que ha puesto en alerta a las autoridades estadunidenses.

La cancillería guatemalteca informó la víspera sobre la identificación de un niño guatemalteco de 11 años que fue localizado sin vida en el desierto de Texas el 19 de junio. El menor –hasta ahora el más pequeño que fallece cruzando el desierto–, de acuerdo con las autoridades, era originario del departamento de Huehuetenango.

Aunque los países centroamericanos han pedido a Estados Unidos no deportar a los menores y facilitar la reunificación con sus padres, Washington insiste en su expulsión. Durante todo el año pasado, las autoridades estadunidenses deportaron a 50 mil 221 guatemaltecos, un récord que superó en unas 10 mil personas a los expulsados en 2012.

En Honduras, Naciones Unidas demandó al presidente Juan Orlando Hernández combatir la pobreza, la violencia, la falta de acceso a la educación y el trabajo, causas que generan la migración de niños y jóvenes sin sus padres.

La migración centroamericana responde, entre otros factoreas, a la situación económica, el intento de reunificación familiar y de seguridad que obliga a estos niños y adolescentes a salir de sus países.

Más de 52 mil niños sin acompañante han sido detenidos en Estados Unidos tras cruzar la frontera entre Texas y México desde octubre, lo que, según el presidente Barack Obama, ha ocasionado una crisis humana.