El entrenador nacional Miguel Herrera aseguró que él no ordenó a sus pupilos replegarse en el duelo ante Holanda y que, al contrario, les pidió que se lanzaran al ataque.

Les dije que no debíamos tirarnos atrás, sino atacarlos, comentó en una entrevista con Televisa. Recordó que antes de tomar el equipo había cierta fricción porque los elementos que militan en Europa pensaban que debían ser titulares, mientras los locales sentían que había favoritismo para los que juegan fuera del país.

“Pensaban que se trataba mejor a los europeos que a los locales. Creían que debían ser titulares, pero cuando yo llegué les expliqué que los haría competir, porque si no, no crecían”, dijo, y mencionó que eso propició que se elevara el nivel en el equipo.

“Los entrenamientos eran muy exigentes, los suplentes no se las prestaban a los titulares. A veces pensaba ‘mejor juego con los suplentes’”, señaló el Piojo, y mencionó que cuando optó por Oribe Peralta y Giovani dos Santos como titulares, Chicharito Hernández obvio se molestó, pero entró bien (de cambio), respondió a la confianza. El que no juega está molesto, pero siempre estuve pegado a ellos.

En otro tema, reiteró su deseo de seguir cuatro años más al frente del tricolor.

Quiero continuar hasta el próximo Mundial, insistió, y sobre la posibilidad de ir a Inglaterra, comentó: No han tenido contacto conmigo. Es la afición inglesa la que lo ha dicho y me da gusto que me pida porque quiero brincar el charco, pero ahora prefiero trabajar cuatro años acá.

En la entrevista, Herrera admitió que cuando fue nombrado técnico nacional muchos decían que me puso Televisa, pero nadie se metió conmigo.

Sobre el encuentro ante Holanda, aseguró que fueron sus pupilos los que se echaron para atrás. Les dije que apretaran, pero pasó por la mente de todos cuidar más la ventaja, dijo, y añadió que se cometieron pequeños detalles de distracción, como perder la marcación que les correspondía de jugadores o de zonas de la cancha.

Fuimos más culpables nosotros de la eliminación, puntualizó.

Sin embargo, resaltó que ocupar el lugar 10 en la Copa del Mundo fue por la entrega de los jugadores, los chavos se mataron, y que él no lloró después de la eliminación.

No soy chillón... aunque sí estaba muy amargado y molesto por la forma en que quedamos fuera, indicó, y mencionó que me desfogo en otras situaciones, como gritar y regañar durante los entrenamientos.

Lo más divertido fue cuando me tiraron en la celebración (del segundo gol contra Croacia). Paul (Aguilar) me agarra en el aire y nos vamos al suelo. Los festejos los gozamos mucho... no hay que sufrir el Mundial, sino disfrutarlo.

Sobre las próximas competencias, dijo que tratarán de conquistar la Copa América y la de Oro para asistir a la Confederaciones, y que solicitará más juegos en Europa para tener mayor competencia.