Aspirantes y familiares acudieron desde temprana hora ayer a las poco más de 50 sedes de aplicación del concurso de ingreso al bachillerato convocado por la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems), en el que participarán este fin de semana poco más de 309 mil aspirantes.

En medio de un ejército de promotores de escuelas particulares, Gabriela, madre soltera que vive en la delegación Cuajimalpa, esperó cerca de dos horas a su hijo Adolfo, cuyo único deseo es ingresar al bachillerato, aunque no me quede en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Juan Carlos y Manuel, quienes también esperaron a sus hijos a las puertas del Centro Universitario México, una de las sedes habilitadas por la Comipems para los concursantes que eligieron como primera opción un plantel de la máxima casa de estudios, señalaron que no es justo que sólo tengan lugar para unos cuantos en las escuelas públicas de calidad.

Agregaron que si sus hijos son asignados a planteles de baja calidad educativa, vamos a hacer un esfuerzo por pagar una escuela particular. Uno quisiera que fueran a la mejor, pero no siempre se puede. Su ilusión es entrar a la UNAM, pero sabemos que la demanda es muy alta y las posibilidades no son muchas.

Cerca del mediodía, cientos de adolescentes se reunieron con sus familiares tras concluir la aplicación del examen, con la esperanza de que este primero de agosto, cuando se den a conocer los resultados a través de la gaceta electrónica que se podrá consultar en el sitio www.comipems.org.mx y en el portal de la Secretaría de Educación Pública, www.sep.gob.mx, sean asignados a la institución que solicitaron.

Los aspirantes podrán recibir, también, los resultados a través de un correo electrónico o de forma directa a sus teléfonos celulares. La UNAM y el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior calificarán los exámenes que les correspondan a cada institución, entre el 30 de junio y el 25 de julio.

Ana y Fernanda, quienes participaron por primera vez en el proceso de ingreso al bachillerato, aseguraron que la prueba “no fue nada difícil. Pensamos que sería más complicado, pero las dos queremos ingresar a la Prepa 9 de la UNAM. Muchos de nuestros compañeros en la escuela querían el mismo plantel, por eso pensamos que seremos muchos y hay pocos lugares”.

José, quien acudió con su hijo desde la delegación Cuajimalpa, consideró que el gobierno federal incurre en un fraude educativo cuando nos dice que todos los aspirantes tienen un lugar, pero no aclara que no es de la misma calidad ni las condiciones son iguales en todos los planteles.