Guadalajara, Jal., 28 de junio.

El 12 de junio pasado desapareció Arturo Javier Moreno Ramírez, profesor de derecho del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (Cucsh), y a la fecha se desconoce su paradero. De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y Extraviadas de 2007 a abril de este año hay en el estado 2 mil 230 personas desaparecidas, casi 50 por ciento son mujeres.

El maestro había quedado con su padre en ver la inauguración de la Copa Mundial de Futbol en la casa donde nació hace 47 años en el barrio Lomas de Polanco, al sur de la capital.

Ese día Arturo acudió al gimnasio de la avenida Lázaro Cárdenas. Durante hora y media realizó su rutina de pesas. Se bañó, se acicaló y salió media hora más tarde. Le marcó por teléfono a su pareja para decirle que iba a la Ciudad Judicial, en Zapopan, luego a comprar mariscos y más tarde a casa de sus padres.

Su intención era ver por televisión, junto con su padre, el partido inicial del Mundial de Brasil. No se supo más de él. Arturo desapareció entre las 9:30 y las 10 horas.

Su padre, Javier Moreno, un pensionado de 70 años, dijo: Este trance ha sido de días de desesperación, angustia; timbra el teléfono, no dormimos, expresó. Relata que ese día fue raro para él, quien tiene cinco hijos, cuatro de ellos abogados. Reconoce que le desconcertó que su hijo tuviera apagado el teléfono celular, pues nunca lo hacía.

El 13 de junio, cuando la llamada del progenitor fue enviada al buzón de voz, éste y el resto de sus hijos presentaron una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE). Para el día 15, ya había ampliado la denuncia.

Días después Javier Moreno se reunió con las autoridades de la Universidad de Guadalajara, para contarles la desaparición de su hijo. Le prometieron que intervendrían para agilizar la investigación. El 24 de junio, la casa de estudios emitió un comunicado en el que hizo pública la desaparición de Arturo Moreno y la petición a la FGE para localizar al universitario.

Su padre dice que su hijo trazó su camino en el estudio de derecho por cuenta propia. Alguien en la preparatoria 6 observó su talento y le insistió para que ingresara a la Facultad de Derecho en la década de los 90. Al camino de Arturo le siguieron tres hermanos más, que también son abogados. Ya graduado empezó a litigar, luego hizo una maestría que lo encaminó a la docencia. Hace años empezó con las clases en el Cucsh. A diario, al igual que sus hermanos, pasaba a casa de sus padres a desayunar, comer o cenar.

Yo nunca me había puesto a pensar en eso de las desapariciones. No se lo deseo a nadie. Si yo tuviera enemigos, ni a ellos les desearía esto que me está pasando [...] Me desespera no tener noticias de él. Por mi mente pasa lo peor. No tengo paz, añade Javier.

¿Enemigos? Ninguno, afirma el padre. ¿Dinero por rescate? Tampoco. Para Javier, es un misterio.¿Qué pienso? Lo peor. Yo sólo pido que me lo devuelvan.