Curitiba, 25 de junio.

Argelia, que conserva aún la cicatriz dejada por su eliminación en España 82, tiene la ocasión de sanar la herida este jueves con una victoria ante Rusia que le dé el pase a los octavos de final.

Incluso un empate les puede servir para lograr su histórico objetivo, siempre que Corea no gane a Bélgica, que ya está clasificada y lidera el grupo H con seis puntos, seguido por Argelia con tres y Rusia y Corea del Sur cierran con uno.

Somos conscientes de que estamos cerca de entrar en la historia, pero para ello hay que lograr otra proeza, señaló el lateral Djamel Mesbah, titular en la victoria ante Corea del Sur.

Este éxito ayudaría a los argelinos a olvidar de manera definitiva lo ocurrido hace 32 años: tras la campanada inicial de vencer por 2-1 a la Alemania Federal, posterior campeón del mundo, argelinos, alemanes y austriacos estaban empatados a puntos antes de la jornada decisiva del Grupo B en España 82.

La única manera de que los dos equipos europeos se clasificasen era un triunfo por la mínima de los alemanes. Horst Hrubesch marcó para los germanos en el minuto 10 y ahí se acabó el partido, ya que los jugadores de ambos equipos se limitaron a pasarse el balón entre ellos sin acercase a las porterías rivales, con los abucheos del público del estadio El Molinón.

Siempre quedó la sospecha de que alemanes y austriacos pactaron el resultado de un encuentro que pasó a la historia como el partido de la vergüenza, mientras que los argelinos se volvieron a casa.

De cara al encuentro en este Mundial, el delantero Nabil Ghilas señaló que contra Bélgica jugamos defensivamente, les temíamos. Contra los coreanos jugamos más ofensivos. Vamos a tratar de lograr una segunda victoria para placer de todo el pueblo argelino, añadió el atacante.

Bélgica se enfrenta mañana a Corea del Sur con la cabeza ya puesta en los octavos de final, mientras que los asiáticos necesitan un milagro para pasar a la segunda fase.

Bélgica entrará al partido en Sao Paulo sabiendo el resultado de su posible rival en octavos, que se decidirá probablemente en el choque entre Alemania y Estados Unidos por el Grupo G. Queremos ganar. No perderemos a propósito para evitar a los alemanes, dijo el belga Steven Defour.