El grito de puto que lanzan algunos aficionados mexicanos en los estadios de futbol es discriminatorio y no puede desvincularse del origen homofóbico que tiene la palabra, ni tampoco ser considerado una simple muestra de picardía o una expresión popular sin ninguna gravedad, señalaron activistas de organizaciones de diversidad sexual.

Jaime López Vela, director del colectivo Agenda LGBT, subrayó que esta expresión es indignante, pues se ha utilizado a través de la historia para denostar a los homosexuales y considerarlos inferiores y nocivos para la sociedad, lo cual ha justificado a su vez agresiones y burlas.

“A partir de esta descalificación, nos han agredido de una y mil formas, llegando al extremo de cometer asesinatos con saña donde dejan cuerpos mancillados y mutilados, incluso exhibidos como un trofeo y escrito con sangre ‘por puto’”, deploró.

Contra lo que han afirmado diversos responsables del futbol mexicano –incluido el técnico Miguel Herrera–, en el sentido de que gritar puto no es grave, López Vela dijo que estas expresiones no pueden considerarse como parte del lenguaje popular o una muestra de picardía, ya que en realidad son parte de una atmósfera de discriminación y menosprecio.

Este es un problema similar al del racismo que se muestra contra los jugadores negrosy debe resolverse a través de procesos educativos que lleven a la sociedad a reflexionar sobre las consecuencias de regodearse a partir del sufrimiento de los demás, consideró.

Adolfo Voorduin, presidente del Circuito de la Diversidad Sexual, coincidió en que el término es discriminatorio y ofensivo contra la comunidad gay, por lo que llamó a los aficionados a manifestar su apoyo sin necesidad de agredir a los demás ni decir expresiones homófobas que promueven el odio.

Nos han matado, nos han asesinado por palabras así, pero esto va a cambiar tarde o temprano. Todo a final de cuentas es cuestión de educación, y el respeto a los derechos humanos no es una moda, aseveró.

Para Voorduin, considerar este grito como un insulto grave no es exageración, pues “se ha matado a muchas personas por el hecho de ser ‘putos’. Se ha causado mucho dolor y se ha derramado mucha sangre y eso no se puede tomar a broma”.