Fortaleza, 20 de junio.

Tras demoler a Portugal por 4-0 en su primer partido, Alemania debe evitar ser complaciente cuando enfrente a Ghana el sábado en su segundo encuentro del grupo G.

Los alemanes han tenido en fechas recientes la constante de iniciar los grandes torneos pisando fuerte, pero se han visto sorprendidos en el segundo partido. En su debut de Sudáfrica 2010 atropellaron a Australia 4-0, pero perdieron con Serbia en el segundo duelo, mientras que en la Eurocopa 2008 derrotaron a Polonia para luego caer a manos de Croacia.

Es fenomenal ganar el primer partido, pero es importante continuar. Sicológicamente, incluso después del primer partido tenemos que poner mucha atención. Una victoria no es suficiente, advirtió el entrenador alemán Joachim Löw.

Miren a Italia, perdiendo contra Costa Rica en su segundo partido y Holanda casi perdiendo contra Australia. Tenemos que mantener el foco, insistió Löw.

No puedo explicarlo, pero el segundo juego siempre es difícil tras una victoria, refirió el volante Sami Khedira. Estaremos totalmente concentrados contra Ghana. Es un equipo africano y son muy atléticos, anotó.

El choque entre alemanes y ghanseses podría ofrecer un nuevo duelo entre los hermanos Boateng, una circunstancia que ya se había producido en la fase de grupos del Mundial en Sudáfrica, y en la que ganó Jérôme.

La historia podría repetirse en Brasil, pero eso dependerá del técnico ghanés James Kwesi Appiah, quien aún no reveló a su once titular y la posible participación de Kevin-Prince Boateng, que hace cuatro años decidió jugar por el equipo africano pese a haber nacido en Alemania.

Hasta ahora Kevin-Prince, el hermano mayor, no le pudo ganar nunca al menor: ni en el Mundial de 2010, ni en el Schalke 04 ante el Bayern Múnich por la liga alemana.

Llegó el momento de ganarle a mi hermano, comentó Kevin-Prince de cara al partido en el estadio Castelao de Fortaleza. Lucharemos hasta sangrar, aseguró el ghanés, que en el debut ante Estados Unidos entró al minuto 58.

Tras algún desacuerdo con Appiah, el jugador de 27 años intenta ahora contener su desánimo para no comprometer un regreso a la titularidad. Tampoco el técnico habló del jugador en los últimos días.

Jérôme, de 25 años y que ganó a su hermano en el último encuentro por la liga alemana, se muestra tranquilo. Para mí es importante seguir avanzando con Alemania. Quiero jugar bien y ayudar al equipo, enfatizó el defensor, una ficha segura de Löw.