México generó el modelo Juárez para reducir la violencia y conquistar territorio a la delincuencia organizada, como antes hicieron los modelos Medellín y Sao Paulo, aseveró Antonio Mazzitelli, titular de enlace de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y quien fue representante regional de la misma de 2009 a 2012.

Tras participar en la segunda Conferencia Internacional sobre Estadísticas de Gobernanza, Seguridad y Justicia, Mazzitelli refirió que hace cuatro años y medio los empresarios de Ciudad Juárez, Chihuahua, pidieron a Naciones Unidas enviar cascos azules, pero ya desarrollaron sus propios anticuerpos y un modelo de intervención que incluso puede ser adoptado en otras zonas fronterizas.

El foro mencionado, que desde ayer se lleva a cabo en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), frente a la Alameda Central, y terminará mañana, es organizado por la misma UNODC y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que hace dos años crearon el Centro de Excelencia para Información Estadística de Gobierno, Victimización y Justicia con el fin de abatir el vacío de datos que existe sobre los delitos en México y el mundo.

Asimismo, determinaron realizar cada dos años una conferencia entre especialistas para intercambiar experiencias.

Mazzitelli sostuvo que las estadísticas sirven para combatir la inseguridad y que cada situación requiere una solución particular.

La violencia y delincuencia son hoy día, sentenció, las enfermedades más peligrosas en la sociedad y los medicamentos mal administrados en lugar de luchar contra el virus los fortalecen. Para no suministrar tratamientos y medicamentos equivocados tenemos que seguir investigando.

La delincuencia organizada trasnacional, la corrupción, el lavado de dinero, el tráfico de migrantes y la trata de personas son los delitos que más interesan a la comunidad internacional y los países de América Latina han tratado de desarrollar estadísticas al respecto, aseguró.

Agregó que el Inegi ya es un referente en estadísticas de seguridad a escala regional.

La violencia se debe arrancar, pero tiene varias causas, que van desde la ilegalidad hasta la falta de desarrollo y oportunidades para los jóvenes.

Otra causa es la escasa participación de la ciudadanía, enfatizó. Las soluciones contra el crimen tienen que venir desde abajo, pues no se puede seguir con un enfoque de arriba hacia abajo. Es necesario que la comunidad, que vive el problema, se involucre directamente, apuntó.

No hay seguridad sin desarrollo, ni viceversa, y dicha ecuación es indispensable para que sociedades y ciudades puedan avanzar, añadió.

Destacó que además de invertir grandes recursos para combatir el crimen, México es uno de los pocos países que también gastan en prevención.

El país está en el camino correcto y apostó por otro esquema, afirmó al referirse al Programa Nacional de Prevención del Delito y las reformas sobre seguridad y justicia.

En julio, cifras sobre homicidios, anuncia el Inegi

Eduardo Sojo, presidente del Inegi, anunció que el próximo mes se darán a conocer la cifra de homicidios del año pasado (en 2012 bajó a 22 homicidios por cada 100 mil habitantes) y la Encuesta Nacional de Victimización a Hogares y Empresas, que aportan información más allá de los registros administrativos, los cuales sólo se refieren a los delitos denunciados.

La única manera de tener un panorama completo de cuál es el impacto de la inseguridad en el sector privado y en los hogares es con este tipo de encuestas y México es líder a nivel internacional, junto con países de Europa, a través del Centro de Excelencia que tenemos con Naciones Unidas, indicó.

Sojo acotó que en materia de gobernanza no se trata de reprobar o no, sino tener claro dónde se encuentra el país para poder mejorar. Aseguró que hay muy pocos países que miden indicadores como la corrupción.