Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina tienen amigos en numerosos países y, a diferencia de otros cantantes y compositores, cuando van de gira los visitan; es decir, no sólo llegan al hotel, actúan y se van. Este es uno de los ejes del documental Serrat y Sabina: el símbolo y el cuate, que será transmitido en estreno en México, el sábado 21 de junio, a las 22:30 horas, con repetición el domingo 22, a las 23:00 horas, por Canal Once.

El programa es posible por un acuerdo entre el canal de televisión del Instituto Politécnico Nacional (IPN) con Sony Music. Se trata de una película dirigida y producida por Francesc Relea, bajo el lema de Una larga historia de amor de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina con América Latina, en la que se pone el acento en su paso por México, Argentina, Chile, Uruguay y Perú.

A su vez, los cantantes lanzaron una edición especial de El símbolo y El cuate, con un cedé y un devedé, que incluye el documental y la banda sonora de la película.

La transmisión por Canal Once es exclusiva y se efectuará en el contexto del Día de la Música, que se celebrará el 21 de junio, informó Enriqueta Cabrera, directora del medio del Politécnico, en conferencia de prensa realizada ayer en las instalaciones del canal.

La historia arranca junto al Mar Mediterráneo (Mallorca) y continúa en el Atlántico (Cádiz), donde Serrat y Sabina escriben a cuatro manos las canciones de La Orquesta del Titánic, título de su segunda y última gira conjunta por tierras americanas. La cinta se remonta décadas atrás, cuando los dos artistas descubren aquel continente. Serrat viaja por América Latina desde hace 45 años, cuando la dictadura franquista ordenó su persecución y vivió el exilio en México. En Argentina y Chile sigue vivo el recuerdo de su compromiso contra los regímenes militares que lo declararon persona no grata.

Sabina llegó más tarde. Su poesía y actitud canalla sedujeron a un público que abarca varias generaciones. En Argentina cantó con la fuerza de un roquero y el sentimiento de un tanguero. En México, los mariachis y las orquestas de pueblo entonan Y nos dieron las 10, sin saber que él es el autor y se echa un tequila en El Tenampa de la Plaza Garibaldi.

En la ciudad de México encontré lo que andaba buscando

Como un adelanto de lo que será este sábado y domingo, se proyectó un resumen de 18 minutos, en el que Sabina ve la ciudad de México de noche, a lo lejos, donde encontré todo lo que andaba buscando. En Perú recorre el caserío con su extrema pobreza. En Uruguay cena, acompañado de Serrat, con Eduardo Galeano, el escritor enciclopédico. Serrat resalta ese lado de su profesión, que le ha permitido tratar con gente como el escritor uruguayo.

Francesc Relea narra que cuando Serrat reveló en una cena de amigos que en 2012 habría una segunda gira americana con Sabina, “la productora Isabel Jubert me lanzó una mirada cómplice. Allí había material para una película por la que ambos estábamos dispuestos a apostar. La gira sería la excusa, el hilo conductor, para explicar la historia de la relación de amor de los dos artistas con América Latina, y la huella que ha dejado dicha relación en sus protagonistas.

Teníamos por delante una gira de nueve meses. Una excelente oportunidad para contar a través de un viaje por el tiempo y el espacio lo que significan Serrat y Sabina en aquel continente (...) Pensaba en un viaje que nos transportaría desde el México del exilio de Serrat, al que fascina a Sabina, el de Chavela Vargas, José Alfredo Jiménez, Frida Kahlo, los mariachis y el tequila. Un recorrido con pinceladas del Chile bohemio y vitalista de Pablo Neruda, del oscurantismo en tiempos de Pinochet y de los militares argentinos y del Perú que dejó atrás décadas de violencia.

El documental muestra lados divertidos y hasta opuestos de los cantantes. Sabina relata que por las mañanas encontraba a Serrat en el gimnasio; él fumaba. Ante eso yo escupo.

Mayolo Reyes, director de Estrategia y Desarrollo de Canal Once, expuso que la idea de transmitir el documental se dio en el pasado Festival Internacional de Cine de Gudalajara, en el que Canal Once entrevistó a Relea. Agregó que la película es varias cosas a la vez: un viaje sentimental e histórico.

Relea grabó 90 horas y el documental quedó en 82 minutos.

Enriqueta Cabrera añadió que el documental podrá verse también en 500 sistemas de cable del país.