El pronóstico del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se cumplió: empate entre México y Brasil.

El responsable de la política interna es también coordinador del gabinete federal y principal estratega en materia de seguridad pública y nacional, pero ayer se despojó un par de horas de su posición política y se metió al plano del aficionado.

“¡No ma…, no ma…!”, murmuró el hidalguense, fiel seguidor de los Tuzos, en uno de los principales ataques de la selección mexicana que exaltó la ilusión del gol. Veo dos equipos muy parejos... Está el empate, soltó durante el primer tiempo.

En la explanada de Bucareli se colocó por segunda vez una megacarpa, una pantalla gigante y se repartió botana para los cientos de empleados ahí reunidos; el viernes pasado hubo pastes y barbacoa, ahora repartieron a discreción tacos de canasta, quesadillas y xin bhó (barbacoa de pollo).

Ayer sin la playera verde, pero sí con la emoción a tope, Osorio juntaba las palmas, se las llevaba al rostro y coreaba: ¡México, México!

Él y los subsecretarios se veían nerviosos, pero muy distantes de su posición cotidiana, como adustos negociadores, responsables de atender y atajar la violencia y los demás conflictos de la nación.