Integrantes del magisterio disidente acordaron impulsar un programa de educación popular para la transformación de México, en el que se recuperen los saberes comunitarios y la experiencia pedagógica, filosófica y epistemológica de los maestros del país, con el fin de emprender un proyecto alfabetizador que resuelva los rezagos educativos de las comunidades.

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) dio a conocer los acuerdos y resultados a los que se llegó tras las actividades del sexto Congreso Nacional de Educación Alternativa, que se realizó el fin de semana en la Benemérita Escuela Normal Veracruzana Enrique C. Rébsamen, en Xalapa, Veracruz.

Luego de esas actividades, los educadores convinieron que la tarea más urgente en el sector es construir un programa educativo alternativo e integral que responsa a las verdaderas necesidades del país y de cada comunidad, para contrarrestar las políticas hegemónicas del Estado, los empresarios y sus medios de comunicación.

Este proyecto también recuperará la construcción colectiva de alternativas educativas y las propuestas de los padres, estudiantes, académicos y de la sociedad en su conjunto.

Durante el congreso también se planteó que la lucha de la CNTE no se detendrá hasta lograr la abrogación de la reforma educativa.

“La CNTE desarrollará un intenso trabajo comunitario para transformar las condiciones sociales, educativas y culturales de nuestros pueblos, y se compromete a impulsar un plan educativo emergente con un enfoque humanista y holístico que contempla varias líneas de acción:

“Un gran proyecto alfabetizador a aplicar en nuestras comunidades para resolver los graves rezagos educativos, hacer de la escuela un espacio de expresión libre no de silencios impuestos, implantar una pedagogía de la pregunta y cultivar la discusión como principal método de conocimiento para superar el predominio de la ‘lección’ y la ‘clase’, poner en el centro de la motivación de los estudiantes los valores de uso del conocimiento en lugar de los de cambio”.

Los profesores disidentes resaltaron una vez más que la reforma educativa no cuenta con un modelo educativo, no tiene la intención de colocar al sistema formativo nacional a la altura de los procesos culturales y científicos de la humanidad no en sintonía con las necesidades del desarrollo económico, político y social del país.

Reiteraron que las modificaciones constitucionales privatizan la instrucción al legalizar las cuotas escolares y destruir su carácter gratuito, al descargar en los padres de familia la responsabilidad económica para el funcionamiento de las escuelas por medio de la conformación de los Consejos escolares de participación social y de la supuesta autonomía de gestión escolar.

Por ello, subrayaron que su jornada nacional de lucha continuará hasta la abrogación de la contrarreforma a los artículos tercero y 73 de la Constitución, y hasta que se concrete la educación laica, gratuita y pública para todos los mexicanos.