Ramalá, 16 de junio.

La Brigada de los Mártires de Al Aqsa, organización armada vinculada al partido político palestino Fatah, se adjudicó hoy el secuestro de tres adolescentes israelíes el jueves pasado y dijo que los tiene bajo resguardo en la ciudad de Hebrón, pero el gobierno israelí se abstuvo de confirmar la versión y mantuvo la hipótesis de que los responsables son miembros del movimiento islámico Hamas.

En una declaración –retomada por la agencia china de noticias Xinhua–, la agrupación aseguró que Israel nunca podrá encontrarlos y no serán entregados a menos que se libere a miles de prisioneros (palestinos), sobre todo mujeres.

Naftali Frenkel y Gilad Shaar, ambos de 16 años, y el israelí estadunidense Eyal Yifrah, de 19, fueron secuestrados el jueves por la noche en las inmediaciones de Gush Etzion, una de las comunidades israelíes enclavadas en el sur de Cisjordania, en la ruta entre las ciudades de Belén y Hebrón.

El ejército israelí ha peinado la zona desde el jueves y ha detenido a unas 150 personas, incluidos seis ex miembros del Parlamento palestino, afiliados a Hamas, organización político-militar catalogada por Israel como terrorista.

Uno de los ex legisladores es Aziz Duwaik, ex presidente del Poder Legislativo, que dejó de sesionar en 2007 por desacuerdos entre Hamas y Fatah, que finalmente en abril pasado firmaron un acuerdo de reconciliación que ha provocado el enojo del gobierno de Israel. Otro de los capturados es Hasen Yusef, uno de los fundadores del movimiento islámico.

En los últimos cuatro días las fuerzas armadas israelíes cerraron calles e irrumpieron en hogares palestinos de Hebrón, la más poblada de las ciudades de Cisjordania, ubicada cerca de la colonia israelí Gush Etzion, sitio de residencia de los secuestrados.

La tropa israelí entró también en Ramalá, sede del Poder Ejecutivo palestino, donde mató a un joven de 19 años que intentó resistir el ingreso de los militares.

En tanto, Yishaï Frenkel, tío de uno de los tres secuestrados, pidió compasión a los secuestradores.

La organización estadunidense Human Rights Watch (HRW) instó a cualquier grupo palestino que tenga ilegalmente a los tres adolescentes a liberarlos inmediatamente y sin condiciones.

HRW pidió también a las fuerzas israelíes que no se libren arrestos arbitrarios masivos.

Un centenar de activistas israelíes de extrema derecha manifestaron al grito de venganza y muerte a los árabes y quemaron una bandera palestina en el lugar donde los tres jóvenes fueron vistos por última vez.