Marquelia, Gro., 16 de junio.

La chilena es un tipo de música alegre, que llegó a la Costa Chica de Guerrero con navegantes sudamericanos, pero en la cueca y la recreación de los naturales de estas tierras no hay comparación; son diferentes, y a pesar de la gran tradición hay que protegerla para que no se pierda, expresó en entrevista Mariano García López, representante de los creadores de música de la Costa Chica.

Minutos antes de subir al escenario a cantar chilenas, con sus hijas, resaltó la importancia de festivales como el iniciado el pasado sábado en la plaza central de este municipio, tercera etapa de Galas Identitarias, programa del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), por conducto de su Dirección General de Culturas Populares, y la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), en el contexto de su Cruzada Nacional contra el Hambre.

El festival, desarrollado a lo largo de dos días, tiene el acento en la presentación de artistas que tocan, bailan y cantan la chilena.

García: “Habemos de todo en torno a la chilena, incluso defensores, porque hay muchas formas de tocarla, pero, como me decía el gran maestro que ya se nos fue, Higinio Peláez: hay una forma original para interpretarla. Tiene sus reglas, sus tiempos y un rasgueo.

“El profesor Antonino Velasco, de Pinotepa Nacional, escribió que la chilena se toca como se siente. Desde ahí entendemos un concepto. Don Higinio me dijo que recorrió todos los bajos de la Costa Chica, desde Guerrero y de Oaxaca, de viva voz, y conoció cómo los ancestros tocaban la chilena tradicional. Hoy le ponen un toque moderno.

“Hay una banda, de la Guadalupe, que dirige Salomón Ortiz, que al oírla uno siente un sabor distinto, lo cual hace diferente el canto y el baile. Ahora algunos han añadido el bajo y la batería, que no es el estilo de la chilena.

“Lamentablemente, esta cultura se está perdiendo, porque los jóvenes prefieren la música pop, country... los géneros actuales. Estamos perdiendo la identidad al perder la cultura. Hay maestros de música que no saben cómo se debe tocar la chilena y están enfocados en la enajenación actual de la televisión, donde se entiende que lo que hacemos no está bien, por viejo. Para ellos lo que hacen es lo correcto, pero para mí toda la música del mundo tiene valor, pero debo empezar por lo mío, porque es mi cultura y parte de mi identidad.

“El término discriminación a veces lo creemos exterior, que viene de afuera, pero realmente somos los mismos paisanos los que afirmamos que esta música no les interesa. Debemos hacer algo. Por mi parte, concozco y apoyo a personas que componen chilenas; creo que las autoridades deben apoyar desde su lugar.

“Quien quiera saber qué es una chilena que oiga a mi grupo, Los García, a Higinio Peláez y Baltazar Velázquez. Escuchen la chilena El costeño, que habla de lo que comemos. Ahora se pide una milanesa y no un caldo de iguana, por ejemplo. Se han olvidado de agarrar el machete”.

Consideró que todo ese rollo sobre el origen de la chilena, de que llegó de Chile, ya se consabe, “pero para mí la chilena es de aquí, de la Costa Chica, porque aquí agarró un ritmo diferente. Tan sólo hay que oír una cueca y una chilena. Nada que ver. Hay un estilo.

La cultura se hereda

“Se dice que el hombre de la Costa Chica es violento, pero en realidad lo manda la mujer. Hay un lema: al costeño no le gustan las chuecuras, sino las cosas derechas. Más que competencia entre negros y mestizos pienso que hay trabajo en equipo. Claro, hay cosas del pasado. Llegaron los negros acá y comenzaron a andar con nuestras mujeres. Eso influyó y sale el carácter. La cultura se hereda y aquí a un hijo se le dice que si le pegan en la escuela no se debe dejar, y ahí empieza todo. Hay atrás una serie de cosas.

Eso de los derechos humanos, de la relación maestro-alumno, padre-hijo... Si pasa algo aquí no se demenda, aquí van derecho con los machetes y las balas. Aquí no se andan por las ramas y, quizá por eso, eso de rehacer la cultura bo es tan fácil. Lo del acoso escolar es normal. Antes te pegaban y te quedaba el ojo morado, y ahora te llevan con el sicólogo. Hay cosas que no van con nosotros.

Daría su vida por la chilena, por su sobrevivencia. Veo muchas posibilidades de que la chilena sea designada patrimonio cultural de la humanidad, porque hay tradición, y los compositores viejos dejaron chilenas inéditas, partituras; tenemos cantantes, bailarines, declamadores, pintores, cronistas. Hay pasado y presente, pero hay un peligro. Para que no desaparezca debemos proteger a la chilena. Que las autoridades pongan atención y nosotros haremos lo nuestro. La cultura se hereda, pero, ¿con quién hablamos?

Para contratar a Los García: 4122233 o al 1411058856, de Ometepec, Guerrero.