Nunca se me ocurrió desearle el mal a la selección
, explica en una carta abierta
Lunes 16 de junio de 2014, p. a10
Brasilia, 15 de junio.
Pasé por la cárcel y la dictadura me torturó, pero nunca se me ocurrió desearle el mal a la selección: cuando un jefe de Estado se ve obligado a apelar a ese argumento, está claro que faltan certezas y sobran nervios.
Es lo que hizo hoy Dilma Rousseff en una carta abierta a sus compatriotas a un año exacto del fuerte abucheo que sufrió en el Estadio Nacional de Brasilia y cuatro días después de ser insultada en Sao Paulo en la inauguración del Mundial de Futbol.
“Yo y mis compañeras de celda nunca tuvimos dudas y todas hinchamos por Brasil, porque el futbol está por encima de la política”, escribió Rousseff, quien fue presa política en 1970, durante el Mundial de México ganado por la selección de Pelé.
En su misiva, Rousseff sostiene que pese a que muchos opositores al régimen militar afirmaban que hinchar por la selección era fortalecer a la dictadura
, para ella y los demás presos esa nunca fue la cuestión
.
Para mí, ese dilema nunca existió
, enfatizó la jefa de Estado, integrante del Partido de los Trabajadores (PT), una formación de izquierda.
Parece evidente que Rousseff está buscando desactivar la efervescencia política en los estadios de un Mundial al que aún le quedan cuatro semanas de vida.
Lo que no está claro es que lo consiga, ni que confíe siquiera en hacerlo. Consultada por la agencia alemana, la presidencia del Brasil dijo no tener confirmación
de la presencia de Rousseff en otros partidos. Se dijo que mañana estaría en Natal para el Estados Unidos-Ghana, aprovechando la presencia del vicepresidente Joe Biden, pero es muy improbable que sea así.
Otra oportunidad sería el segundo partido de la selección brasileña, el martes ante México en Fortaleza, pero tampoco es viable que lo haga.
Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, reveló en marzo a Dpa que ni él ni Rousseff hablarían en el partido inaugural, lo que no impidió que la presidenta, al aparecer en pantalla celebrando un gol brasileño junto a su hija Paula, fuera blanco de durísimos insultos.
Lo sucedido el jueves fue muy criticado incluso por sectores que no apoyan a Rousseff. Varios analistas señalaron que los gritos salieron desde el sector más rico de la población, que es el que puede pagar miles de reales por un asiento en los estadios del Mundial.
Conocida por su carácter duro, Rousseff es objeto de mofas en la revista Piauí: Mi querido
, aparece diciendo la presidenta en un tono notablemente irascible que desmiente sus palabras. Otro cómico la imita hablando con sus asesores y cubriéndolos de malas palabras.