Sete Lagoas , 15 de junio.

El día después del maracanazo en contra, Uruguay comenzó su operativo reconstrucción con la esperanza de tener en sus filas a Luis Suárez para el partido vital contra Inglaterra, que también se juega sus aspiraciones en tierras brasileñas.

Suárez se entrenó durante una hora y media por la mañana en un intento contrarreloj para que el goleador del Liverpool logre su debut este jueves frente al conjunto de la rosa en Sao Paulo, y salga al rescate de la Celeste durante el primer macht point que su equipo deberá salvar para clasificarse a los octavos de final

Uruguay llegó a Brasil con el objetivo de defender el cuarto puesto logrado en Sudáfrica 2010 y amparado por el guiño del maracanazo, su histórica consagración en el Mundial de Brasil 1950. Sin embargo, la raquítica actuación en el debut –una defensa sin confiabilidad, un mediocampo sin juego y una delantera con Diego Forlán muy lejos del futbolista que fue elegido el mejor de Sudáfrica 2010– dejó en evidencia que Uruguay necesita el regreso de Suárez y prender velas.

Es un gran jugador y ojalá lo podamos tener con nosotros lo más rápido posible, comentó Forlán, que ante Costa Rica sintonizó pocas veces con el otro delantero, Edinson Cavani, autor del gol uruguayo de penal (3-1).

El problema es la urgencia. Si Suárez no juega ante Inglaterra puede que sea demasiado tarde.

Pocas horas después de la debacle del sábado, de la que Suárez fue testigo directo desde el banco de suplentes en Fortaleza, el goleador volvió a tener contacto con la pelota esta mañana y practicó 90 minutos en el estadio Yacaré de Sete Lagoas.