Sí al cumplimiento de la Ley Federal de Cinematografía, exigió ayer por medio de una carta parte de la comunidad del cine nacional.

Se trata de la Asociación Mexicana de Productores Independientes, encabezada por Inna Payán, la Asociación de Mujeres en el Cine y la Televisión (cuya presidenta es María Carmen de Lara), Eje Ejecutantes y la Sociedad de Gestión Colectiva (cuyo titular es Armando Báez Pinal), así como la Federación de Cooperativas de Cine y Medios Audiovisuales, en la que el presidente es Sergio Olhovich.

Estas organizaciones aseguran que la actriz Blanca Guerra, presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cine- matográficas (AMACC), pronunció un discurso valeroso, veraz y certero, en la 56 Entrega del Ariel, el pasado 27 de mayo.

Recordemos: como ya es una costumbre, en cada ceremonia de entrega de los premios Ariel, ci-neastas, actrices, actores o gente vinculada al cine toman esta reunión como foro de denuncia para exigir más apoyo y pantallas para las producciones locales, contra el predominio del cine hollywoodense que inunda la mayoría de las salas comerciales en el país.

Oídos sordos

En el Palacio de Bellas Artes, Blanca Guerra aseguró que los circuitos de distribución y exhibición no favorecen al cine nacional.

Y también como cada año los distribuidores y exhibidores hicieron oídos sordos.

Pero este año, el director general de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma –que reúne precisamente a distribuidores y exhibidores–, Agustín Torres Ibarrola, dijo que las aseveraciones de Guerra no sólo son incorrectas, sino que no tienen sustento.

Pero al igual que Blanca Guerra, la comunidad del cine nacional exige que la ley se cumpla a cabalidad.

En su misiva, exponen: “Cotidianamente la Ley Federal de Cinematografía (LFC) se viola en varios de sus artículos. Ejemplo de ello es el artículo 19, que dice: ‘Los exhibidores reservarán el 10 por ciento del tiempo total de exhibición, para la proyección de películas nacionales en sus respectivas salas cinematográficas’”.

Entonces, los cineastas mexicanos y su público afirmamos que “el 10 por ciento de reserva de pantalla para nuestro cine no se cumple... Las instituciones del Estado encargadas de vigilar y sancionar este cumplimiento no actúan y por ello no existe un referente o estadística oficial que mida correctamente en cuántas funciones, pantallas, complejos y plazas se proyecta nuestro cine a lo largo del año.

Las estadísticas y datos utilizados en los días recientes para confundir a la opinión pública sobre la posición de la academia mexicana, refieren el número de cintas estrenadas en 2013, año en que la producción nacional aportó una oferta de 101 películas, equivalente al 27 por ciento del total de los 374 estrenos del año”.

Otras cifras se refieren al número de consumidores e ingresos captados por nuestro cine.

Sin embargo, esos indicadores no muestran el tiempo de pantalla utilizado en la exhibición del cine nacional, afirman.

Justifican: datos obtenidos por el Observatorio Público Cinematográfico Rafael E. Portas indican que, en las 21 semanas del año 2014, el 86.1 por ciento de las pantallas del país han sido ocupadas, semana a semana, por sólo cinco títulos norteamericanos (sic). Si el registro lo ampliamos a 10 películas estadunidenses, la ocupación de pantallas alcanza casi el 100 por ciento en este año.

Ante esto, la comunidad se pregunta: ¿dónde queda la posibilidad del espectador mexicano de ver y respaldar a nuestro cine?

Ofrecen más datos preocupantes: “El anuario del Instituto Mexicano de Cinematografía 2013 revela que el año pasado en el estado de Campeche sólo se estrenaron 11películas mexicanas, que 29 cintas no se proyectaron fuera de la ciudad de México y que en seis entidades no se superaron los 20 estrenos nacionales.

Destino incierto

Sólo seis películas nacionales fueron exhibidas en todos los estados de la República Mexicana. ¿Qué destino le tocará a las 126 producidas en 2013?”

El artículo 11 de la Ley Federal de Cinematografía señala en su segundo y tercer párrafos: Los integrantes de la industria cinematográfica se abstendrán de realizar todo acto que impida el libre proceso de competencia y de concurrencia en la producción, procesamiento, distribución, exhibición y comercialización de películas cinematográficas....

La Comisión Federal de Competencia investigará, resolverá y sancionará, de oficio o a petición de parte, toda práctica monopólica o concentración que ocurra dentro de la industria cinematográfica nacional, sin perjuicio de lo que establece esta Ley.

Las industrias culturales como la cinematográfica, cuyas obras inciden en el sector de las conciencias y ayudan a conformar el imaginario del ser mexicano, no pueden ni deben administrarse con el objetivo único del lucro, abundan los firmantes de la misiva.

Hay que recordar lo que la Ley Federal de Cinematografía nos dice en su artículo 4: La industria cinematográfica nacional, por su sentido social, es un vehículo de expresión artística y educativa, y constituye una actividad cultural primordial....

Y en el artículo 14: “La producción cinematográfica nacional constituye una actividad de interés social, sin menoscabo de su carácter industrial y comercial, por expresar la cultura mexicana y contribuir a fortalecer los vínculos de identidad nacional entre los diferentes grupos que la conforman.

Por tanto, el Estado fomentará su desarrollo para cumplir su función de fortalecer la composición pluricultural de la nación mexicana...”.

Con esta misiva, los firmantes invitan a las autoridades gubernamentales a cumplir y hacer cumplir la ley y los conminamos a llevar una estadística real en cumplimiento a la Ley Federal de Cinematografía.

Así también, invitamos a la Comisión Federal de Competencia Económica a que, de acuerdo al artículo 11 de la LFC, cumpla con su deber de ...investigar, resolver y sancionar, de oficio o a petición de parte, toda práctica monopólica o concentración que ocurra dentro de la industria cinematográfica nacional.