El precio de las gasolinas, que es incrementado por el gobierno cada mes desde diciembre de 2006, no disminuirá como resultado de las reformas al sector de la energía que promovió la actual administración, reconoció Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda y Crédito Público, en una reunión privada con directivos y analistas de Acciones y Valores (Accival), la casa de bolsa de Banamex.

No esperamos que baje el precio de la gasolina, ya que está subsidiada, una política regresiva en un país como México, aseguró Videgaray Caso, según una versión de ese encuentro divulgada por Accival. Sin embargo, el gobierno espera precios más bajos del gas y, por lo tanto, electricidad más barata, así como generación de energía más limpia, añadió el titular de Hacienda, de acuerdo con la casa de bolsa.

El secretario Videgaray afirmó que el hecho de que las reformas no hayan propiciado un crecimiento más rápido no era sorprendente, ya que la naturaleza básica y fundamental de las reformas lleva tiempo en impactar a la economía y genera debate y resistencia al cambio mientras se produce, relató Accival.

Aunque coincidimos con la opinión de Videgaray de que las reformas aplicadas para propiciar un crecimiento en el siguiente trimestre son probablemente las reformas inadecuadas, también creemos que el impacto de las reformas no ha sido bien explicado a la población, mencionó Accival, al insistir sobre el contenido de la reunión con el titular de Hacienda, realizada el jueves 12 de junio. “Creemos –abunda Accival– que hay margen para reducir el impacto negativo sobre las inversiones experimentado desde 2013, mejorando la comunicación con los líderes empresariales”.

Accival reproduce algunas de las preguntas y respuestas durante el encuentro de sus directivos y analistas con el titular de Hacienda, en un reporte que tituló La torta de mañana, hoy:

–¿Cuál es el impacto esperado en los precios de la energía? –preguntó Accival al titular de Hacienda.

El secretario de Hacienda, Luis VidegarayFoto Roberto García Ortiz

–No esperamos que baje el precio de la gasolina, ya que está subsidiada, una política regresiva en un país como México –respondió Videgaray. Sin embargo, el gobierno espera precios más bajos del gas y, por lo tanto, electricidad más barata.

–Dados la situación geopolítica (problemas en Asia que hacen pensar a las compañías en líneas más cortas de suministro) y el entorno de menores tasas de interés, ¿no debería México aprovechar el momento y aumentar el endeudamiento a la inversión financiera y el gasto, estimulando la economía?

–El gobierno ya está utilizando un presupuesto en 2014 más estimulante que el de 2013, por lo cual se está enfrentando a la débil demanda agregada (consumo e inversión públicos y privados) con herramientas temporales. Sin embargo, el crecimiento de 5 por ciento no se logrará con programas, si no que se deben abordar los problemas estructurales. El gasto del Gobierno mexicano es curioso, en el sentido de que se produce el gasto y en principio parece que nada cambia durante cierto tiempo, pero cuando se produce el cambio, lo hace de forma muy rápida. Por lo anterior, es difícil de controlar, por lo que hay que ir más despacio. Asimismo, el Gobierno es consciente de que México sigue siendo una economía emergente, y que cualquier programa de estímulo se tiene que mantener dentro de los límites de la estabilidad fiscal.

–¿Qué cambios están fomentado para Pemex y la CFE?

–La intención principal ha sido tratar a ambas como compañías que no forman parte del gobierno. [El secretario Videgaray se sorprendió al ver en cuantos asuntos diarios de Pemex participaba la Secretaría de Hacienda]. Entre sus objetivos, la Secretaría de Hacienda planea cambiar el régimen fiscal para conceder más autonomía a las compañías y que los sindicatos dejen de integrar los consejos de administración. Habrá cierto control de los niveles de deuda, así como de los niveles de compensación.