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Reportaje /Auge de las letras de Brasil

Las nuevas voces se dan a conocer con traducciones al español

El mundo lee cada vez más a los escritores brasileños

Creciente difusión de los clásicos se acompaña de cierta exclusión

Exportan más obras urbanas que de carácter social, dice investigador

La literatura de Brasil vive un momento interesante y contradictorio. Ahora recibe mayor atención en el ámbito internacional y algunos escritores nacidos en los años 60 y 70 son publicados en países como México y España

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Clarice Lispector (1920-1977) es una de las autoras clásicas de la literatura brasileña, y con tan sólo 19 años irrumpió en las letras de ese país sudamericano con su libro Cerca del corazón salvaje. El año pasado, durante la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, el sello Siruela presentó la colección Biblioteca Clarice Lispector, con dos primeros títulos, La pasión según G.H y Cuentos reunidos, en los próximos meses se reditarán todas sus obras. En la imagen, Lispector en 1944, fotografía que ilustra la portada de su libro Agua viva
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Rubem Fonseca (Minas Gerais, 1925) durante la inauguración de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, el 29 de noviembre de 2003Foto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Viernes 13 de junio de 2014, p. 4

Más allá de la samba y el futbol, otra forma de conocer Brasil es a través de su literatura que ahora se abre cada vez más gracias a las traducciones al castellano, nunca suficientes, lo que permite ir más allá de sus clásicos: Joaquim Machado de Assis, Rubem Fonseca, Clarice Lispector, Jorge Amado, Guimarães Rosa, y poetas como Manuel Bandeira, para encontrar nuevas voces, como las ya consolidada de Luiz Rufatto, y más recientes como Michel Laub, Sergio Rodrigues y Daniel Galera.

La literatura brasileña es una de las más importantes, no sólo de América Latina sino del mundo. Existen una serie de autores que llamamos clásicos que están creciendo cada vez más en el mundo gracias a las traducciones y estudios que se hacen de su vida y obra, señala el profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jorge A. Ruedas de la Serna, especialista en la literatura de ese país y en la obra de uno de los principales críticos literarios brasileños Antonio Cândido, quien recibió el Premio Internacional Alfonso Reyes, en 2005.

La literatura de los grandes autores tiene más difusión, más lectores y va formando una gran tradición. Los más grandes vienen desde el siglo XX, su fama, prestigio e importancia llega hasta este siglo. Son muy leídos, publicados y estudiados, entre ellos podemos mencionar a Graciliano Ramos, y posteriormente surgieron otros escritores muy famosos, como Clarice Lispector.

Esta escritora, añade, era poco conocida y quien llamó la atención sobre su literatura y la de otros autores fue Antonio Cândido “de él traduje su obra máxima Formación de la literatura brasileña. Ya se publicó el primer volumen, con la UNAM, y el segundo y último tomo ya está en la imprenta y en poco tiempo lo presentaremos”, añade Ruedas, quien este viernes a las 18 horas presenta su nuevo libro La misión del escritor, en Casa de las Humanidades (Presidente Carranza 162, casi esquina con Tres Cruces, Coyoacán).

El eje Río-Sao Paulo

El autor mexicano Juan Pablo Villalobos, quien es traductor de escritores brasileños, ofrece un panorama de lo que es la literatura brasileña contemporánea. Vía telefónica desde Brasil, donde radica desde hace tres años, señala que la escritura en ese país vive un momento interesante, pero al mismo tiempo contradictorio.

Interesante porque aparentemente está comenzando a recibir mayor atención en el ámbito internacional. En los recientes 20 o 30 años había estado muy aislada, con muy pocas traducciones, incluso al español, salvo los grandes nombres, como Lispector, Rubem Fonseca o Jorge Amado, por hablar de escritores de los pasados 30 o 40 años; salvo esos grandes nombres se estaba traduciendo muy poco y lo poco que se traducía se publicaba principalmente en Argentina, en editoriales pequeñas, muy buenas, muy literarias y con preocupaciones estéticas pero eran libros que quedaban restringidos a unos cuantos lectores.

En los años recientes esto ha cambiado un poco “porque Brasil se puso un poco de moda, con la aparición de Lula, el boom económico, el protagonismo internacional del país. De pronto el mundo comenzó a mirar a Brasil y a sus manifestaciones culturales más allá de la música, que ha tenido una presencia muy importante en el escenario internacional, se empezó a ver hacia la literatura”.

Además. el gobierno puso en marcha proyectos como los de traducción que promueve la Fundaçao Biblioteca Nacional, que apoya con mucho dinero a la traducción de autores brasileños para que sean publicados en el extranjero y gracias a ello se comenzó a traducir a autores más jóvenes.

De pronto estos escritores nacidos a finales de los años 60 y principios de los 70, e incluso bien entrados los 70, son publicados en países como México y España”.

Villalobos, quien es autor entre otros libros de Si viviéramos en un país normal y Fiesta en la madriguera, publicados por Anagrama y acaba de traducir para esa misma editorial El regate, del escritor brasileño Sergio Rodrigues, ya disponible en librerías, explica entonces el momento contradictorio que vive esa literatura.

“Es contradictorio porque este fenómeno de mayor difusión de la literatura brasileña, también viene acompañado de una cierta exclusión: se trata de exportar o vender un cierto tipo de literatura brasileña, más urbana, más cosmopolita, más globalizada, por decirlo así, y se está dejando muchas veces de lado una literatura más regionalista, de la periferia, más social. Quizá es porque se ve a esta literatura como si estuviera pasada de moda, lo cual no es tan cierto.

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Guimãraes Rosa (Minas Gerais, 1908-Río de Janeiro, 1968)
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Michel Laub (Porto Alegre, 1973), autor de la novela El diario de la caída, publicada en español, figura entre los escritores jóvenes de las letras brasileñas

“Uno de los fenómenos que han ayudado a crear esta imagen es por ejemplo lo que ocurrió hace unos años cuando la revista Granta publicó un libro con los mejores escritores brasileños jóvenes y se veía una tendencia un poco rara, muy marcada por lo que aquí se llama el eje Río-Sao Paulo, que son las dos grandes ciudades culturalmente más importantes de Brasil y donde autores de otras regiones acaban viviendo y convirtiéndose un poco en autores de ahí. Aunque siguen escribiendo sobre sus ciudades, acaban entrando en esta dinámica de lo que es este eje”.

Sin embargo, agrega, si hiciéramos un listado de los que son los autores más interesantes para mí, muchos son nacidos en Rio Grande do Sul, en Porto Alegre, que es una ciudad con una tradición literaria muy fuerte. De ahí son algunos nombres más interesantes de la literatura de los jóvenes. Creo que todavía falta mucho en el mundo hispánico por recorrer para que tengamos un conocimiento más equitativo de lo que es la literatura brasileña, porque desgraciadamente el lector en lengua española tiene poco acceso a la literatura brasileña, a menos de que lea portugués. Si no habla portugués realmente tiene acceso a poquísima literatura.

Obras de autoras jóvenes

En cuanto a los nombres podríamos hablar de Luiz Rufatto, sin embargo, éste “ya es un autor consolidado. Entre los más jóvenes que han hecho ruido recientemente están Daniel Galera, con su novela Barba empapada en sangre (que ya está en castellano) y es de Porto Alegre al igual que Michel Laub, y su novela publicada en español El diario de la caída; o Sergio Rodrigues con El regate”.

Otro fenómeno es que hay muy buena literatura escrita por mujeres, muchas de ellas de menos de 30 años. Veo bastante equilibrio entre hombres y mujeres en el escenario de la literatura brasileña.

Una buena muestra de lo que se escribe hoy es la antología de cuentos La invención de la realidad, realizada por Paula Parisot y publicada por el sello Cal y Arena, señala el profesor universitario Rodolfo Mata, quien junto con su esposa Regina Crespo, tradujo el volumen. Ambos son antologadores de Alguna poesía brasileña (1963-2007), publicado por la UNAM y que está por reditarse.

Entre los autores que se incluyen en la antología de Parisot, se encuentran Marçal Aquino, João Paulo Cuenca, Rubem Fonseca, Milton Hatoum, Patricia Melo, Cintia Moscovich, Joca Reiners Terron, Joáo Anzanello Carrascoza. Rubens Figueiredo, Ana Miranda, João Gilberto Noll, João Ubaldo Ribeiro, Deonisio da Silva, Veronica Stigger y Lygia Fagundes Telles, además de Laub, Fonseca y Ruffato.

Mata hace una división por géneros. Primero la poesía: “Los cambios que veo en las temáticas son: una preocupación por la reinserción de la realidad social y sus contradicciones en el que-hacer poético, tratando de responder a la pregunta por el lugar de la poesía en la sociedad, sin el tono ideológico de los años 60 y 70. Los autores que ahora recuerdo son Fabio Weintraub y Claudia Roquette Pinto.

“Hay una revaloración de la poesía indígena, en reinterpretaciones o rescates de tradiciones orales. Un ejemplo es el libro Roça barroca, de Josely Vianna Baptista que trabaja sobre la tribu Mbyá-Guarani. Y en tercer lugar la permeabilidad de las artes plásticas con la poesía con autores que originalmente son artistas plásticos y escriben poesía como Nuno Ramos”.

Eso en cuanto a la poesía. En la narrativa, “una buena muestra de lo que se escribe hoy es la antología de cuentos que hizo Paula Parisot. Las temáticas más frecuen-tes son la violencia urbana, los fenómenos de migración interna, la voluntad de desubicar la narración para quitarle lo local y aspirar a lo cosmopolita (tal como sucedió en México con el crack).

“También hay que mencionar la tiranía de las grandes editoriales y de los medios de comunicación que se rigen por las modas. Un fenómeno importante es el apoyo del Estado brasileño a través de los programas de traducción de la Fundação Biblioteca Nacional.

“Para nosotros esto también se rige por el espejismo de la internacionalización y se hunde un poco en la rapidez y carácter efímero de la fama literaria y el éxito.

Hay un experimentalismo hueco (como sucede igualmente con algunos libros de poemas y como lo vemos aparecer también aquí en ambos géneros).