En Natal los empleados de autobuses comenzaron un paro
En tres aeropuertos, el sindicato cesa actividades de forma parcial
Jueves 12 de junio de 2014, p. 4
Sao Paulo, 11 de junio.
La fiesta del futbol arranca mañana en Brasil en medio de tres amenazas latentes que pueden afectar el desarrollo del Mundial: huelgas, protestas y problemas de seguridad.
En Sao Paulo, la noche del miércoles los trabajadores del metro votaron contra la reanudación de una huelga programada para este jueves, pese a que no hay un acuerdo con el gobierno para la recontratación de los 42 despedidos.
El lunes, los empleados suspendieron una huelga de cinco días que generó caos en esa megalópolis de 20 millones de habitantes que recibe el partido inaugural. Una de sus estaciones, Itaquera, está muy cerca del estadio Arena Corinthians, donde será la ceremonia.
Los trabajadores del metro, que reclaman incrementos salariales, mantenían la amenaza de reiniciar la medida de fuerza este jueves.
Si bien, antes de la votación de esta noche, el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, consideraba que el paro no ocurriría, para analistas el riesgo de huelgas sigue latente y puede complicar el adecuado desarrollo de la fiesta deportiva.
Otro foco rojo que se disipó fue el de Río de Janeiro, donde los trabajadores del metro de la segunda ciudad más grande del país amenazaban con una huelga, pero fue conjurada luego de que aceptaron el incremento salarial de 8 por ciento.
Algo parecido ocurrió con la policía federal, responsable de la seguridad territorial y migratoria, que también había amenazado con paralizaciones pese a una prohibición judicial. Pero recibió recientemente un reajuste salarial, lo que alejó esa posibilidad.
En donde aún existe un foco rojo es en Natal –donde el viernes el Tricolor jugará contra Camerún–, pues el sindicato de empleados de autobuses anunció que justo este jueves entrará en huelga, aunque mantendrán 30 por ciento de la flota en funcionamiento como medida de emergencia. El paro afectará a autobuses urbanos y carreteras, ya que es el único transporte público en la localidad.
Una noche antes de que empiece el torneo, el sindicato de trabajadores aeroportuarios decretó una huelga parcial de 24 horas en los tres aeropuertos de Río de Janeiro para este jueves, según informó en su sitio web.
No obstante, 80 por ciento de los trabajadores no paralizará sus actividades, precisó el portal G1 de Globo. Sólo serán los empleados aeroportuarios no embarcados en las terminales Galeao (internacional), Santos Dumont (doméstico) y Jacarepaguá.
Después de nueve meses de intensas negociaciones frustradas, y debido a la intransigencia de las organizaciones patronales
, la huelga por mejoras salariales comenzará a primera hora del jueves, señalaron.
Otro riesgo para el desarrollo normal de la Copa es el descontento social por el gasto multimillonario del Mundial. Una serie de manifestaciones se han anunciado durante los días de partidos en los alrededores de los estadios. El año pasado, más de un millón de personas salieron a las calles durante la Copa Confederaciones, demandando mejoras en transporte, salud y educación.