A un año de que que entró en vigor la reforma constitucional a telecomunicaciones y radiodifusión las inversiones se encuentran detenidas, hay incertidumbre en el sector ante la falta de legislación secundaria, así como importantes rezagos, como la licitación de la banda de 2.5 gigahercios para servicios de telecomunicaciones o la recuperación de la banda de 700 megahercios que permitirá reducir la brecha digital que priva en México, aseguraron especialistas.

Señalaron como los únicos avances la instalación del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel), el cual, con base en la reforma constitucional y la legislación vigente, ha cumplido con su mandato. También destacaron la labor de los tribunales especializados, porque ambas instituciones funcionan, refireron, a pesar de que no existe legislación secundaria.

Calificaron de error que el Ejecutivo haya enviado su iniciativa de legislación reglamentaria al Senado, porque además de ser un documento que requiere cirugía mayor y que violenta la facultades del Ifetel, llegó a una instancia en la que hay legisladores que se han dedicado a entorpecer su aprobación.

El académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Ramiro Tovar Landa, y el director de la consultoría Mediatelecom Policy & Law, Jorge Fernando Negrete, coincidieron en que la parte de la reforma constitucional que se ha cumplido en tiempo y forma ha sido la creación del Ifetel, la instalación de tribunales especializados para telecomunicaciones, radiodifusión y competencia económica, pero el que no ha cumplido ha sido el Congreso, por no haber tenido una iniciativa propia de legislación secundaria y por no haber podido crear los consensos necesarios para modificar la del Ejecutivo.

Destacó que la incertidumbre que ha generado la falta de leyes reglamentarias tiene petrificado al sector, y aunque concedió al Ifetel que a pesar de esta ausencia ha avanzado con el mandato constitucional que se le encomendó, a excepción de la emisión de lineamientos de la concesión única, que con los lineamientos para servicios adicionales se convierte en accesoria.

En coincidencia, Jorge Fernando Negrete detalló que las inversiones en México están paralizadas porque las empresas no están dipuestas a correr riesgos hasta tener claridad sobre el contenido de legislación secundaria, actitud que criticó porque la reforma constitucional debe darles certeza y al esperar las leyes reglamentarias están buscando que la regulación les regale lo que no quieren hacer por iniciativa propia.

Dijo que a diferencia de otros años, el sector telecomunicaciones en la actualidad tiene un crecimiento de entre 8 y 9 por ciento, contra crecimientos de dos dígitos reportados en años anteriores, y en México se observa un importante rezago en el desarrollo de infraestructura en comparación con países como Brasil, que lleva 80 por ciento de avance de la cobertura con tecnología de cuarta generación 4G; o con Chile, donde los operadores están por cumplir los compromisos de cobertura de áreas rurales con 4G contraídos hace dos años. La falta de arquitectura jurídica provoca que el crecimiento del sector se dé por inercia.

Destacó que en México no se observa la consolidación de empresas pequeñas y, por el contrario, se percibe el riesgo de que la alianza entre AT&T y Direct Tv, con la que Televisa es socia, dé lugar a un monopolio de tercera generación en servicios de triple play; además de que los preponderantes no están invirtiendo ante el riesgo de generar más concentración y que se les continúe considerando preponderantes.