Río de Janeiro, 9 de junio.

Si las 14 cámaras que vigilarán las porterías de Brasil 2014 hubieran estado el 30 de julio de 1966 en Wembley, Inglaterra quizás no tendría un título de campeón del orbe.

El Mundial que comienza el jueves será el primero de la historia sin goles fantasma, como el de aquella final o el más reciente del inglés Frank Lampard en Sudáfrica 2010.

De los 2 mil 400 incidentes comprobados en diferentes estadios, todos fueron reconocidos correctamente. Estamos ciento por ciento seguros de que el sistema funciona, dijo hoy Johannes Holzmüller, responsable de la FIFA para la aplicación de una tecnología probada con éxito en la Copa Confederaciones y el Mundial de Clubes de Marruecos el año pasado.

Un total de 14 cámaras situadas en la parte alta de los estadios –siete orientadas hacia cada portería– controlarán si la pelota traspasa la línea de meta y comunicarán al reloj del árbitro en menos de un segundo si fue gol.

El silbante no tiene el mejor punto de vista para ver si el balón ha cruzado la línea y tampoco las cámaras de televisión, dijo Holzmüller. Sólo esa tecnología es capaz de detectarlo.

La empresa alemana Goal Control es la dueña del sistema. La FIFA no reveló el costo de la operación, porque dijo que el contrato era confidencial. Holzmüller afirmó que se hicieron casi 3 mil pruebas en los 12 estadios brasileños que albergarán partidos del Mundial y todas resultaron satisfactorias.

Para la FIFA el debate no es si hay muchos goles fantasma, algo relativamente poco habitual, sino el impacto que tiene un error de este tipo. El ejemplo más recordado, por reciente, fue el claro tanto del inglés Frank Lampard contra Alemania en los octavos de final de Sudáfrica 2010, que el árbitro no concedió.

La discusión debe ser valorada por el impacto de un solo incidente y no del número de éstos que puedan producirse, aseguró.

Dirk Broichhausen, consejero delegado de la compañía alemana, explicó que las cámaras ofrecen una resolución de 500 recuadros por segundo en comparación con los 16 que capta el ojo humano. Las cámaras están pensadas para que, si por ejemplo el portero tapa una de ellas, la otra capte la imagen. También afirmó que el sistema no puede ser manipulado por piratas informáticos, porque no opera en línea, sino a través de un circuito cerrado.

El margen de error del programa oscila entre los 0.5 y los 1.5 centímetros, lo que se considera asumible por las autoridades del balompié.

Holzmüller informó que los árbitros realizarán tres pruebas antes de cada encuentro para comprobar la fiabilidad del reloj y las cámaras. Si el sistema falla o el silbante no está cómodo con su funcionamiento podrá prescindir del mismo tras informar a los dos equipos.

No se trata de una solución, sino que es la solución, afirmó convencido el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, que tras años de recelos se convenció de introducir la tecnología en un juego tan antiguo como poco propenso a cambiar su esencia.

El futbol mantiene su cara humana. Para nosotros estaba claro que lo de Sudáfrica no se podía repetir, aseguró Blatter.